La iglesia de San Salvador, en Jerusalén, fue el centro de los festejos de la fiesta de San Antonio de Padua, patrono de la Custodia de Tierra Santa.
Allí los franciscanos pusieron unos panes especiales a los pies del santo y se celebró una solemne Misa con un acto de consagración de los frailes.
La Custodia de Tierra Santa es una provincia franciscana de la Orden de los Hermanos Menores que tiene la misión de cuidar, estudiar y hacer acogedores los lugares santos. Ellos tienen como patrono a San Antonio, porque cuando han estado en momentos de dificultad, han invocado la protección del santo y se han visto librados.