29 de diciembre de 2022 / 03:34 PM
El sacerdote exorcista de la Diócesis de Lamego (Portugal), P. Duarte Lara, indicó que muchas personas empiezan el año con supersticiones, como comer uvas o vestirse de amarillo, como si de ello dependiera el futuro, y advirtió que estas acciones, lejos de ser inocentes, pueden ser "un pecado contra la virtud de la religión".
El sacerdote señaló en una entrevista a ACI Digital -agencia en portugués del grupo ACI-, que "el pecado de superstición es una especie de adulterio espiritual", y resaltó que este daño proviene de esperar "la salvación de una fuerza que no viene de Dios".
"El diablo se aprovecha de la brecha", remarcó.