El Coordinador de la Pastoral Social de Movilidad Humana de la Diócesis de Matamoros lamentó que la situación de los migrantes en el campamento a orillas del Río Bravo no es resuelta ni por el Gobierno Federal ni por las autoridades estatales ni municipales.
"Quien entra a hacerse cargo de ellos es, en parte, la Iglesia. Pero no podemos sustentar dos mil personas, es mucho. Se tuvo que buscar otras alianzas y llegan los hermanos estadounidenses, así como otras iglesias no católicas", dijo.
Para el P. Gallardo López es importante tener en consideración "la dignidad de la persona", pues "los migrantes no pueden estar viviendo en carpas a la orilla del Río Bravo. Ellos tienen que tener una situación de seguridad".
Sin embargo, el anhelo de los migrantes está más allá de toda ayuda que pueda brindar la Iglesia y la sociedad civil.
"Nosotros o la sociedad civil o iglesias les podemos dar alimentos, ropa, zapatos, estancia. Pero en verdad lo que quieren los migrantes, los menores no acompañados, es cruzar a Estados Unidos. Ese es su sueño. La muerte de este muchacho es un sueño convertido en pesadilla", dijo.
"Sufre esta familia una situación grave pero persiste en cruzar hacia Estados Unidos aunque se le venga el mundo entero encima", añadió.
Frente a esto, el sacerdote recordó "casos positivos" que han tenido entre quienes pasaron por la casa de migrantes San Juan Diego en Matamoros. "Teníamos algunas familias instaladas de El Salvador en la casa del migrante, varias de ellas se han regresado a sus lugares de origen. Tenemos comunicación con algunos de ellos. Ciertamente que viven una situación muy vulnerable en su país, de pobreza y todo. Pero han regresado".
En uno de los casos, una mujer embarazada consideraba cruzar el Río Bravo pero desistió. El P. Gallardo López indicó que finalmente el bebé nació en El Salvador.
"El niño nació en su tierra, en su lugar de origen, y nos han mandado unas fotos y videos, donde nos dicen 'gracias a Dios estamos en nuestro país'", dijo.
David Ramos es editor en jefe de ACI Prensa. Ha cubierto los viajes del Papa Francisco a Ecuador, Paraguay, México, Colombia, Chile y Perú