El Papa Francisco visitó en la tarde del domingo en Roma la parroquia San Pier Damiani, situada en un barrio cuyos vecinos son mayoritariamente comunistas, y explicó que la actitud de todo cristiano es la dulzura y el respeto y criticó que algunos que se dicen cristianos están todo el día amargados.
El Pontífice habló del Espíritu Santo y recordó que es como un "abogado" que "defiende del maligno". "El Espíritu Santo está en cada uno de nosotros, y lo hemos recibido en el Bautismo, lo hemos recibido de Jesús", recordó.
El Papa, como San Pablo en la lectura, invitó a no contristar al Espíritu Santo porque "tenemos a Dios mismo dentro, es Dios que nos acompaña, que te dice lo que debes hacer y cómo lo debes hacer, es el que te ayuda a no equivocarte, que te ayuda a no caer en la tentación, es el abogado, el que te defiende del maligno".