6 de enero de 2017 / 02:35 PM
En la Prelatura de Juli -un pequeño pueblo en Puno (Perú) ubicado a cerca de 4 mil metros sobre el nivel del mar- el 29 de diciembre fue un día de fiesta porque fueron ordenados seis nuevos sacerdotes como parte del "nuevo florecimiento de vocaciones"; "un milagro" que se viene suscitando allí desde hace diez años.
Uno de los gestos más curiosos de esta ordenación ocurrió cuando los candidatos se postraron -como un signo de entrega total a Dios- y los fieles les arrojaron pétalos de rosas hasta cubrirlos.
El P. Javier Quispe Condori, secretario ejecutivo de Cáritas Juli, explicó a ACI Prensa que esta es una tradición cultural aymara -uno de los grupos indígenas que vive en Puno- reservada para las fiestas, las ocasiones importantes y cuando el pueblo recibe la visita de alguien importante para ellos.