Cada 24 de abril, la Iglesia recuerda a San Fidel de Sigmaringa (San Fidelis de Sigmaringen), sacerdote capuchino alemán, primer mártir de la “Sagrada Congregación de Propaganda Fide” (rebautizada por el Papa San Juan Pablo II como “Congregación para la Evangelización de los Pueblos”, debido a la connotación negativa que adquirió el término “propaganda” durante el siglo XX).
A San Fidel se le conoce como el gran predicador del Evangelio en el país de los ‘grisones’ (hoy, uno de los cantones de Suiza), especialmente entre los seguidores de Ulrico Zuinglio, líder de la Reforma Protestante en esas tierras. Su vida religiosa estuvo marcada por su generosidad, acompañada de un espíritu constante de penitencia y servicio.