La curación de una bebé mexicana, para quien "humanamente ya no había esperanza de vida", fue el milagro que llevó al Vaticano a declarar santo al niño cristero José Luis Sánchez del Río, mártir de la persecución religiosa que sufrió México en la segunda década del siglo XX.
Como se recuerda, el 21 de enero el Papa Francisco firmó el decreto que aprobó el milagro atribuido a la intercesión del niño de 14 años. Se trata de la curación milagrosa de Ximena Guadalupe Magallón Gálvez, una bebé mexicana que tuvo meningitis, tuberculosis, convulsiones y que sufrió un infarto cerebral.
La historia de la bebé fue compartida por su madre, Paulina Gálvez Ávila, en la página de Facebook del santo. Sobre la enfermedad de su hija, indicó que "humanamente ya no había esperanza de vida" y que en ese momento se la dejaron en manos de Dios por intercesión de "Joselito".