"El muro no es una solución" a la crisis migratoria que enfrenta el mundo porque solo genera más odios, advirtió el Papa Francisco durante el vuelo de regreso de Filadelfia (Estados Unidos), donde pidió construir puentes a través del diálogo entre los países involucrados.
En los últimos meses, a raíz de las guerras en Medio Oriente y el norte de África, decenas de miles de personas –en su mayoría musulmanes- han iniciado un éxodo hacia Europa con el fin de huir del hambre y la violencia.
Sin embargo, en países como Grecia –afectado por una grave crisis económica-, y Hungría, los refugiados enfrentan rechazos. En este último país se decidió instalar alambradas en la frontera con Serbia para evitar el ingreso de inmigrantes.