Marco Aurelio Mello, miembro del Supremo Tribunal Federal de Brasil, señaló que tras la aprobación de la ley que permite la investigación con embriones congelados, ahora "el tribunal está maduro para juzgar la causa" del aborto para niños anencefálicos.
Según lo expresado en uno de los blogs del diario Folha de São Paulo, Mello explica que "el juicio del proceso de las células estaminales embrionarias aplanó el terreno", para reiniciar el proyecto que busca legalizar el infanticidio para bebés anencefálicos, es decir que nacen sin cerebro o sin parte de él.
Pese a testimonios tan claros como el de Marcela de Jesús Galante Ferreira, bebé brasileña anéncefala que hasta septiembre de 2007 tenía 10 meses de vida, sorprendiendo a propios y extraños, pues este tipo de niños no superan los tres meses, Mello señala que legalizar el aborto para casos como el de Marcela constituye "el primer paso antes de un juicio sobre el aborto", que es un tema que desea "tratar en el plenario" del Tribunal.