25 de septiembre de 2007 / 06:10 PM
La pequeña Marcela de Jesús Galante Ferrerira sigue sorprendiendo al mundo. Cumplió diez meses de vida pese a que los médicos esperaban que muriera poco después de nacer. Ella padece anencefalia, una malformación congénita que supone la ausencia parcial o total del cerebro.
La niña se convirtió desde su nacimiento en símbolo del movimiento pro-vida, cuando en su país se debate regularizar el aborto en casos como el suyo.
Aunque los bebés con anencefalia suelen morir poco después de nacer y solo casos excepcionales llegan a los tres meses de vida, Marcela de Jesús ha roto un récord mundial con sus diez meses de vida.