Algunos estudiosos protestantes que hablaron con CNA —agencia en inglés de EWTN News— acogieron con simpatía un documento del Vaticano que clarificó los títulos de la Santísima Virgen María, que desaconsejó el uso de Corredentora y puso límites al uso de Mediadora.
El Dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF) publicó la nota doctrinal Mater Populi fidelis el 4 de noviembre. Fue aprobada por el Papa León XIV y firmada por el prefecto del DDF, el Cardenal Víctor Manuel Fernández, el 7 de octubre.
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Según el documento, utilizar “Corredentora” para explicar el papel de María en la salvación “es siempre inoportuno”. El documento es menos duro respecto al uso de “Mediadora” sobre el papel de María en la mediación, y afirma que “inadecuadamente comprendida podría, fácilmente, oscurecerlo y hasta contradecirlo”.
El documento afirma que María desempeña un papel tanto en la redención como en la mediación porque coopera libremente con Jesucristo. Ese papel, explica, es siempre “subordinado” a Cristo, y advierte contra el uso de títulos de una manera que pueda ser malinterpretada como una mitigación de Cristo como único Redentor y único Mediador.
Las reacciones católicas han sido mixtas: algunos consideran útil la clarificación y otros defienden los títulos como coherentes con la comprensión del papel subordinado de María y piden al Vaticano que defina formalmente las doctrinas mismas en lugar de simplemente emitir una nota sobre los títulos.
Reacciones positivas de protestantes
CNA habló con tres estudiosos protestantes, todos los cuales acogieron con satisfacción la nota doctrinal del Vaticano sobre los títulos de María.
David Luy, profesor de teología en el Seminario Luterano de Norteamérica, dijo a CNA que no ve el documento como “católicos romanos cediendo algo de su tradición”, pero sí lo ve redactado “con una atención” a ciertas preocupaciones que plantean los protestantes.
Aunque las comunidades protestantes varían ampliamente en cómo ven a María y qué títulos consideran adecuados, señaló que la preocupación por los títulos en cuestión “brota del deseo de salvaguardar la singularidad de Cristo como único mediador”.
Luy citó el segundo capítulo de la Primera Carta a Timoteo. La traducción del texto aprobada por los obispos católicos de Estados Unidos dice: “Porque hay un solo Dios. Y también hay un solo mediador entre Dios y el género humano, Cristo Jesús, hombre, que se entregó en rescate por todos”.
Dijo que los protestantes suelen subrayar la necesidad de “mantener la mediación distintiva de Cristo” y vio el documento como expresión de una “sensibilidad hacia esa preocupación protestante central”, al tiempo que es cuidadoso “en la manera en que desarrolla el papel de María en la economía de la salvación”.
“¿Alivia esto las tensiones potenciales entre protestantes y católicos? La respuesta corta sería que sí”, afirmó Luy.
Sin embargo, dijo que el concepto de mediación “es probablemente el ámbito en el que habría necesidad de un diálogo continuo”. Señaló que los luteranos entienden el término “mediación” como “el medio a través del cual Dios actúa en el mundo” y que “la mayoría de los luteranos serán cautelosos” ante un lenguaje que describa a María en términos de mediación.
La enseñanza católica reconoce a Cristo como “el único Mediador”, según Lumen gentium, la constitución dogmática sobre la Iglesia promulgada por el Concilio Vaticano II en 1964. Enseña que los seres humanos cooperan con la mediación de Cristo de manera subordinada y que “La Iglesia no duda en confesar esta función subordinada de María”.
La reverenda Cynthia Rigby, profesora de teología en el Austin Presbyterian Theological Seminary y coautora de Blessed One: Protestant Perspectives on Mary, dijo a CNA que cree que el documento podría marcar “un momento decisivo” para las relaciones entre católicos y protestantes.
Rigby señaló que a María debe entenderse como una mujer de “gran fe” y que, dentro de ese marco, “los cristianos la identificarán menos como una salvadora secundaria y más como una cristiana ejemplar”. Añadió que “el peso se desplazará de tratar de explicar cómo es que María intermedia la salvación sin rivalizar con Cristo… a lo que podemos aprender sobre el gozo de la salvación a través de su ejemplo”.
El documento vaticano, sin embargo, va mucho más allá que Rigby en cuanto al papel de María. Afirma que ella coopera libremente “por su fe y obediencia (...) a la salvación de los hombres” durante el tiempo en que Cristo caminó sobre la tierra y a lo largo de la vida continua de la Iglesia, en lugar de simplemente verla como un ejemplo a seguir.
Tom Krattenmaker, pastor luterano y profesor de teología en la Escuela de Divinidad de Yale, dijo a CNA que el documento es “muy bienvenido” y calificó la mariología como “uno de los puntos principales que distinguen las tradiciones cristianas desde la Reforma”.
Señaló que las orientaciones sobre los títulos y la explicación que ofrece el documento son “extraordinariamente útiles para el diálogo ecuménico”, porque afirman a Cristo como el único redentor y mediador, y el Papa León XIV “deja muy claro que podemos afirmarlo en comunión ecuménica”.
Krattenmaker dijo que esto “es una razón para que los protestantes abracen el claro paso adelante que él está dando hacia la unidad cristiana”.
El documento vaticano no declaró expresamente que el ecumenismo fuera el objetivo buscado. Sin embargo, el tema de las devociones marianas católicas es un punto de controversia frecuente. El documento no modificó ninguna de las doctrinas en disputa, sino que se centró en los títulos que el dicasterio consideraba que podían causar confusión sobre lo que la Iglesia realmente enseña acerca de María.
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.



