Una parroquia dedicada a San Judas Tadeo, ubicada al sur de la Ciudad de México, fue elevada a santuario arquidiocesano el viernes 21 de noviembre, bajo el compromiso de “la purificación de la devoción” del santo de las causas difíciles.
La ceremonia fue presidida por el Cardenal Carlos Aguiar Retes, Arzobispo Primado de México, quien erigió oficialmente el nuevo santuario, que se suma a los nueve ya existentes en la arquidiócesis.
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Aunque se trata de la única parroquia dedicada a San Judas Tadeo en la capital mexicana, la iglesia de San Hipólito y San Casiano, en el centro de la ciudad, es un punto emblemático para los devotos del santo, quienes asisten el día 28 de cada mes y en su fiesta central, del 28 de octubre.
Alegría en la comunidad
En entrevista con ACI Prensa, María Teresa Acosta Ledesma, quien asiste al templo desde hace 40 años, expresó que para ella es “un gran honor” la nueva distinción, pues aseguró que el templo “es un lugar especial de fe, [donde] todos vinimos a buscar a Dios”.

Agustín Escobar Gutiérrez, joven que forma parte de un grupo de estudiantes que colabora en la comunidad parroquial, dijo a ACI Prensa que, en los cuatro años que lleva asistiendo, ha sido testigo de “la forma en la que [a San Judas] le gusta llamar a jóvenes”.
Señaló que en su experiencia le ha “tocado ver cómo transforma vidas” y su testimonio conduce a “seguir a Cristo de mejor manera y entregar el corazón”.
Un compromiso pastoral renovado
En entrevista con ACI Prensa, el P. Tharcisse Rukundo, rector del ahora santuario, explicó que esta designación implica “un trabajo pastoral profundo”. Aseguró que uno de los compromisos que tomará será “la purificación de la devoción a San Judas Tadeo, para que lo que no es ni digno de ser devocional, ni mucho menos vida cristiana, vaya desapareciendo”.
También indicó que buscarán fortalecer la atención espiritual ofreciendo “mucho más tiempo en la escucha, en las confesiones y en la preparación de la predicación”, con el fin de que los fieles “pueda vivir su encuentro con el Señor por medio de su palabra, pero también por medio de la reconciliación sacramental”.

Por ello anunció la incorporación de una Misa diaria al mediodía para atender de manera más cercana a los peregrinos.
El P. Rukundo reconoció la gran popularidad del santo y subrayó que el santuario buscará ser un auténtico espacio de evangelización, no sólo un lugar donde “solamente hablan de milagros que no son, sino un camino firme que nos encamine hacia la santidad, que es vivir como Dios quiere y alcanzar y vivir eternamente con Él en el Cielo”.
¿Qué es un santuario?
En Desde la Fe, medio de comunicación de la Arquidiócesis de México, la canciller, María Magdalena Ibarrola y Suárez, explicó que “los santuarios tienen su origen en la devoción popular, cuando los fieles comienzan a acudir masivamente a un lugar motivados por la fe”.
Aclaró, sin embargo, que no es el único requisito, “se requiere que en el lugar haya atención espiritual adecuada, comenzando por la Santa Misa, los sacramentos (especialmente la penitencia), también es necesaria la predicación, momentos de oración y acompañamiento adecuado de la devoción popular”.




