El sábado la Basílica de María Auxiliadora en Lima (Perú) se llenó de fieles que acompañaron con profunda alegría y esperanza la ordenación de dos nuevos sacerdotes salesianos, en el marco de los 150 años del primer envío misionero de Don Bosco, su fundador, el 11 de noviembre de 1875.
Mons. Martín Quijano, Obispo salesiano que tiene a su cargo el Vicariato Apostólico de Pucallpa, en la Amazonía peruana, fue quien presidió la ordenación de Miguel Seminario y Rufin Kineme. “El sacerdote salesiano aprende a mirar a los pobres y a los jóvenes no como destinatarios de su bondad, sino como sacramento vivo de la presencia de Cristo”, dijo el prelado a los nuevos curas.
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El P. Miguel Seminario tiene 36 años y siendo pequeño asistía al oratorio salesiano de Chosica, en la zona este de Lima. “Desde los cinco años iba al oratorio, y me conmovió la vida de muchos salesianos, me llamó la atención, y hasta que en un momento dije, si ellos son salesianos, yo también quiero ser uno de ellos”, dijo el nuevo sacerdote a EWTN Noticias.
Lorena Mezarina, su madre, recuerda que en casa “le decían el Padrecito Miguel. Mis tíos decían: ‘ahí viene el Padrecito Miguel’. Iba a rezar el rosario con mi abuelita chiquitito. Lo amo mucho y estoy muy orgullosa de él y del camino que él ha tomado”.
El P. Rufin Kineme tiene 34 años y es de República Democrática del Congo en África. Es el mayor de seis hermanos. Fue ordenado diácono en Turín, Italia, y su amor por las misiones lo llevó este año a incorporarse al Perú definitivamente.
“Yo he tenido un encuentro con las personas que me han hablado de Dios. Y Dios siendo el amor, yo también quería seguir al amor. Y también compartir el amor que yo he recibido”, dijo el nuevo sacerdote a EWTN Noticias.
En la Misa, el P. Kineme dirigió unas emotivas palabras a sus padres e hizo un llamado a la paz en su país, sumido en una guerra civil con una grave crisis humanitaria y más de 5 millones de desplazados.
“El llamado que yo puedo hacer para mi país es el llamado de la paz. Porque la paz es la actitud que nosotros tenemos que sembrar. Nosotros nacimos de Dios, y Dios significa la paz”, subrayó el sacerdote.
Don Bosco envió a sus primeros misioneros a Sudamérica, concretamente a Argentina, donde surgiría el Beato salesiano Ceferino Namuncurá. En aquella oportunidad, el santo fundador de los salesianos le dijo a sus misioneros que “no se van solos… sus compañeros seguirán su ejemplo e irán con ustedes al campo de la gloria y de las tribulaciones”.
Para el P. Juan Pablo Alcas, Inspector de los salesianos en el Perú, estos nuevos sacerdotes también son parte del sueño misionero de Don Bosco.
“Estamos en muchos países alrededor del mundo y yo creo que estos dos hermanos serán enviados también. Enviados a la selva, enviados a la sierra, enviados a la costa... y qué mejor ocasión en estos 150 años del envío misionero… Es una alegría muy grande, una alegría por nuestro corazón misionero”, resaltó el sacerdote salesiano.




