El Papa León XIV lanzó 4 pedidos urgentes y centrados en la persona humana, a los líderes mundiales reunidos en Belém (Brasil), en ocasión de la 30ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP30).
1. Conversión ecológica con rostro humano
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En el texto leído por el Cardenal Pietro Parolin, Secretario de Estado del Vaticano, el Papa León alentó a que “todos los participantes en esta COP30, así como quienes siguen activamente su trabajo, se inspiren para abrazar con valentía esta conversión ecológica en pensamiento y acción, teniendo en cuenta el rostro humano de la crisis climática”.
2. Una nueva arquitectura financiera centrada en las personas
Como segundo punto, el Santo Padre alentó a “que esta transformación ecológica inspire el desarrollo de una nueva arquitectura financiera internacional centrada en las personas, que garantice que todos los países, especialmente los más pobres y vulnerables a los desastres climáticos, puedan alcanzar su máximo potencial y que se respete la dignidad de sus ciudadanos”.
“Esta arquitectura también debería tener en cuenta la relación entre la deuda ecológica y la deuda externa”, subrayó.
3. Fomentar estilos de vida respetuosos de la creación y de la dignidad de las personas
El tercer pedido de León XIV se refiere a “que se promueva una educación en ecología integral que explique por qué las decisiones a nivel personal, familiar, comunitario y político dan forma a nuestro futuro común”.
De ese modo, “se crea conciencia sobre la crisis climática y se fomentan mentalidades y estilos de vida que respeten mejor la creación y salvaguarden la dignidad de la persona y la inviolabilidad de la vida humana”, como señaló el Papa Benedicto XVI en su mensaje por la Jornada Mundial de la Paz en 2010.
4. Compromiso de los participantes de la COP30
El cuarto pedido del Papa fue que “todos los participantes en esta COP30 se comprometan a proteger y cuidar la creación que Dios nos confió para construir un mundo pacífico”.
“Si quieres cultivar la paz, cuida la creación”
Con esta afirmación comenzó el discurso leído por el Cardenal Parolin, en el que el Santo Padre precisa que “hay un vínculo claro entre la construcción de la paz y la custodia de la creación: ‘La búsqueda de la paz por parte de las personas de buena voluntad seguramente se facilitaría si todos reconocieran la relación indivisible entre Dios, los seres humanos y toda la creación’”, como señaló Benedicto XVI en el citado mensaje de 2010.
El Papa León lamentó los diversos conflictos entre naciones que existen en el mundo y que “ponen en peligro la vida de todos los habitantes del planeta y, por lo tanto, requieren cooperación internacional y un multilateralismo cohesionado y con visión de futuro que sitúe en el centro la sacralidad de la vida, la dignidad inherente a todo ser humano y el bien común”.
El Papa citó también al Papa San Juan Pablo II, que en su mensaje por la Jornada Mundial de la Paz de 1990 señalaba que la crisis ecológica “es una cuestión moral” y, como tal, “revela la urgente necesidad moral de una nueva solidaridad, especialmente en las relaciones entre los países en desarrollo y los altamente industrializados. Los Estados deben compartir cada vez más la responsabilidad, de manera complementaria, para la promoción de un entorno natural y social pacífico y saludable”.
Tras destacar que los más vulnerables y necesitados son los primeros en sufrir “los efectos devastadores del cambio climático, la deforestación y la contaminación”, el Papa León XIV alentó a “convertir las palabras y las reflexiones en decisiones y acciones basadas en la responsabilidad, la justicia y la equidad para lograr una paz duradera cuidando la creación y a nuestro prójimo”.
En ese sentido, el Santo Padre alentó a cumplir el Acuerdo de París de 2015 para limitar el calentamiento global y aseguró sus oraciones mientras los participantes de la COP30 “toman decisiones importantes” por “el bien común y por el futuro de la humanidad.




