La Arquidiócesis Primada de México emitió un comunicado en el que advirtió la invalidez de los sacramentos realizados en el templo conocido como el de la “Hostia Sangrante”, ubicado al oriente de la capital del país.
El documento, firmado por Mons. Salvador González Morales, obispo auxiliar y vicario general de la Arquidiócesis, señala que recientemente “han llegado dudas sobre el reconocimiento de los sacramentos que se imparten en el templo de Nuestra Señora de Guadalupe, colonia El Parque”, en la alcaldía Venustiano Carranza.
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En el texto se recuerda que entre 1979 y 1980, el entonces Arzobispo Primado, Cardenal Ernesto Corripio Ahumada, ya había informado que “los sacramentos administrados en la citada parroquia no eran válidos”.
El comunicado explica que José Camargo Melo, ex sacerdote mercedario y responsable del templo, “quedó excomulgado latae sententiae en 1980 por haberse hecho consagrar obispo, sin mandato pontificio”, primero en la llamada Iglesia Apostólica en México y posteriormente en la Iglesia Católica Apostólica Brasileña.
Supuesto milagro de la “Hostia Sangrante”
Respecto al fenómeno conocido como la “Hostia Sangrante”, la arquidiócesis señaló que Camargo Melo “pretendió demostrar la validez y legitimidad de sus acciones mediante un supuesto milagro eucarístico”, pero que, tras una investigación, “la Arquidiócesis Primada de México se pronunció sobre tal hecho concluyendo que constat de non supernaturalitate (no consta que sea sobrenatural)”.
En la actualidad, el supuesto milagro se exhibe al interior del templo.
Sacramentos invalidados
El comunicado también advierte que la situación de dicho templo “genera incertidumbre entre algunos fieles católicos que, de buena fe, han recibido los sacramentos” en ese lugar.
Explicó que quienes se hayan bautizado en tal templo, deberán solicitar a las autoridades eclesiales de la Arquidiócesis de México “un entable de partida mediante una declaración jurada de dos testigos para su reconocimiento y eventual inscripción en la parroquia de su domicilio”.
Para quienes hayan recibido la confirmación o casado en dicho lugar, deberán “administrarse de nuevo bajo condición en una parroquia católica y por un ministro reconocido para este sacramento”.
Finalmente, la Arquidiócesis exhortó a los fieles católicos a abstenerse de “participar o de favorecer en modo alguno las actividades litúrgicas o cualquier clase de iniciativas u obras promovidas por seguidores de las personas anteriormente citadas”.




