En un panel organizado por la Comisión de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Argentina, especialistas en salud mental y adicciones, referentes de clubes deportivos y de la Iglesia Católica dialogaron sobre el escenario actual de las apuestas online en el país, reclamando políticas públicas de cuidado, en especial en los menores.
El conversatorio se tituló “La sociedad en juego: apuestas online y responsabilidad pública” y tuvo lugar en la sede del Episcopado, convocado por la Pastoral Social y la Subcomisión de Paz y Deporte de la Comisión Nacional de Justicia y Paz.
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Entre los participantes se encontraban legisladores nacionales, especialistas en salud mental, dirigentes deportivos, representantes de organizaciones sociales, sindicales y educativas, quienes coincidieron en la urgencia de instrumentar políticas públicas para enfrentar el creciente fenómeno de la ludopatía juvenil.
Las palabras iniciales del encuentro estuvieron a cargo de Mons. Raúl Pizarro, secretario general del Episcopado, quien ante las dificultades actuales, aseguró: “No queremos mirar para otro lado”.
“Está en juego la vida de nuestros jóvenes y adolescentes", precisó, advirtiendo que “estamos poniendo un casino en la mano de los niños”. El prelado señaló que el camino adecuado es la prevención.
El secretario ejecutivo de la Comisión de Pastoral Social, Fernando Barilatti, y la presidenta de la Comisión Nacional de Justicia y Paz, Ayelén Tomasini, alertaron sobre el impacto social y cultural de las apuestas en línea. Con cifras de Unicef, precisaron que uno de cada cuatro adolescentes apostó alguna vez, y consideraron que "el patrocinio y el marketing son factores clave en la normalización del juego entre los más jóvenes".
El psiquiatra Federico Pavlovsky, autor del libro “Apuestas online. La tormenta perfecta”, describió el escenario actual: "Desde los 8 o 9 años los chicos ya tienen acceso a celulares. Las apuestas online se transformaron en un fenómeno masivo en el último año y medio. Hay jóvenes endeudados, familias afectadas, síntomas de ansiedad e incluso tentativas de suicidio", enumeró.
Por su parte, Matías Dalla Fontana, licenciado en Psicología, especialista en adicciones y deporte, afirmó que "asistimos a un experimento social promovido por entidades que maximizan ganancias sin medir consecuencias".
En ese contexto, destacó el papel de clubes, parroquias y familias como espacios de contención y orden en la vida de los jóvenes.
El conversatorio fue ocasión para presentar los resultados preliminares de una encuesta realizada por la Cruz Roja a 11.400 adolescentes de entre 13 y 18 años. La coordinadora nacional de juventud, Luciana Marino, informó que más del 60% de los chicos está expuesto al fenómeno de las apuestas, pero sólo una minoría aborda el tema en el hogar o en la escuela. "Hay una alta percepción del riesgo, pero la práctica persiste. Las escuelas no tienen todas las respuestas", advirtió.
Gustavo García, vicepresidente del Club Vélez Sarsfield, dio a conocer la decisión institucional de romper contratos de patrocinio con casas de apuestas online. "Fue una decisión osada, pero priorizamos la coherencia y el bienestar de nuestros socios”, explicó. “El problema es silencioso y avanza rápido. No tenemos herramientas regulatorias adecuadas", alertó.
La actividad culminó con la lectura del mensaje “La ludopatía es un atentado contra la vida” de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina, en el que los obispos manifiestan profunda preocupación por el avance del juego compulsivo.
En su carta, la Iglesia Católica reclama al Senado el urgente tratamiento del proyecto de ley que ya cuenta con media sanción en la Cámara de Diputados, y advierte que “dejar caer la ley sería un gesto de desinterés ante un problema que afecta gravemente a miles de familias argentinas".
"La cuestión de fondo ya no pasa por reconocer los daños de la ludopatía, sino por saber si existe voluntad política para cuidar a los más vulnerables. Nuestros gobiernos no pueden ser cómplices de la instigación al juego", sentencian los obispos.




