Goya Producciones, la empresa audiovisual católica de Andrés Garrigó que fue inspirada por Madre Angélica, acaba de cumplir 25 años de evangelización con éxitos como Poveda, Luz de Soledad, Corazón de Padre o Guadalupe: Madre de la Humanidad.

En conversación con ACI Prensa, Garrigó recuerda que, tras “30 años a la sombra” trabajando como periodista en Bruselas, donde colaboró con los primeros líderes provida como Jerôme Lejeune o John Willke, volvió a España, donde encontró un primer trabajo en la prensa económica.

Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram

Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:

“Me aburría con la bolsa”, reconoce, por lo que consultó a un amigo si conocía algún proyecto interesante en el que pudiera colaborar, al menos en su tiempo libre. Aquello le llevó a contactar con el que entonces era representante de EWTN en España, José Torregrosa Sellers, quien vio en Garrigó un posible sucesor. 

Así fue como el fundador de Goya Producciones fue hasta Alabama a conocer a la Madre Angélica. De aquel encuentro volvió convencido de que iba a hacerse cargo del proyecto de EWTN en España y decidió despedirse de su trabajo en el periódico. 

De la Madre Angélica recuerda que le pareció “una mujer santa” que desplegaba grandes dosis de cualidades humanas. Al mismo tiempo “era muy eficaz, muy activa” y, como se refleja en la biografía de la religiosa firmada por Raymond Arroyo, “una gran batalladora”. 

Al cabo de una semana de haberse despedido e instalado en la oficina de un amigo que tenía una productora en la calle Goya de Madrid, de donde tomó el nombre su empresa, recibió un fax en el que se le comunicaba que había sido un error. No iba a ser el representante de EWTN en España. “La Providencia tiene sus jugarretas”, analiza con el paso del tiempo Garrigó.

Sin embargo, la Madre Angélica le dijo: “No puede usar el membrete de EWTN, pero si produce algún programa que nos pueda interesar, nos lo manda”. 

La prueba de que la colaboración ha sido continua y fructífera fueron las palabras que el presidente de EWTN, Michal Warsaw, envió a la gala que festejó el aniversario:

“Quiero expresar mi más sincera enhorabuena a Andrés Garrigó, en este aniversario. Has sido un amigo increíble. Y un socio de EWTN para crear un contenido hermoso sobre la fe para nuestro público en todo el mundo. Te estoy muy agradecido por todo lo que has hecho. Y por todo lo que sigues haciendo. Nuestra fundadora, la Madre Angélica, estaría muy feliz y orgullosa de esta colaboración, que ha durado tantos años”.

“Dos amigos, dos comidas y dos cheques”

Así, con “dos amigos, dos comidas y dos cheques”, consiguió los primeros fondos para comenzar la aventura. Su primera producción fue un documental sobre los estudios que se estaban realizando sobre la autenticidad del Santo Sudario de Oviedo, una de las reliquias de la Pasión que se conservan en España, junto al Santo Cáliz de Valencia o el mayor lignum crucis del mundo, custodiado en Santo Toribio de Liébana. El documental fue exhibido con éxito en una de las televisiones privadas de España, Antena 3, un Viernes Santo. 

Pasado un cuarto de siglo, Andrés Garrigó es un observador privilegiado del despegue de la producción audiovisual católica en España e Hispanoamérica. 

Poco antes de nacer Goya Producciones existía la Fundación para la Evangelización y la Comunicación (FECM), impulsada por el P. Hernán Pereda, religioso de los Cooperadores Parroquiales de Cristo Rey, que pese a los esfuerzos no logró la financiación para sus proyectos. Dos de sus trabajadores se integraron en Goya, y aún siguen. 

Entonces “el mercado español era muy poco. Y la religiosidad en España ya no era la número uno en Europa. Económicamente, tampoco era muy rentable invertir aquí”, explica Garrigó, que pronto se dió cuenta de que había un gran mercado en América y también en Europa.

Poco a poco, las producciones se fueron haciendo cada vez más internacionales. En este esfuerzo, ha jugado un papel esencial Monika Higueras-Gutowska, cuyo padre fundó el Festival de Cine Católico de Varsovia. 

“Al cabo de un tiempo se ha ido sumando más gente y se ha producido una expansión, como por un efecto de emulación, o como queramos llamarlo. La cuestión es que hay más variedad de oferta y hay más público”, constata Garrigó.

Tanto que no son pocas las producciones españolas de corte católico que llegan a otros continentes. Goya Producciones acaba de llegar a Australia, el que les quedaba por alcanzar.

Una de las claves es saber elegir temas globales, sin dejar lo local. Andrés Garrigó se siente especialmente satisfecho de haber contribuido a la canonización de algunos santos: “Para que canonicen o beatifiquen hace falta que haya devoción. El milagro supone devoción. Y la devoción supone promoción”.

También del descubrimiento, para muchos, de lugares santos como el santuario de Cotignac (Francia), dedicado a San José, con películas como Corazón de Padre

“Servir a la Iglesia de la manera más eficaz posible”

Preguntado sobre el futuro de la producción audiovisual católica, Garrigó subraya que hay que distinguir entre “lo que quiere el público y lo que necesita”, aspectos que procuran combinar. 

“Pero si hay que optar, es mejor darles lo que realmente les hace bien, lo que necesitan”, explica con contundencia antes de apostillar: “Nosotros somos explícitos. Queremos que se vean todas las riquezas que tiene Dios, que son muchísimas. Y que se traducen en belleza, en bondad y en alegría. Y en todas las virtudes. Pero hay que ir a la fuente que es Dios”. 

De los 25 años de carrera, Garrigó se queda con la respuesta del público y la confianza de haber tratado de “servir a la Iglesia de la manera más eficaz posible”. Para los próximos 25 años, o más allá, su deseo es claro: “Que continúe el carisma que hemos tenido de no dedicarnos a hacer propaganda para ganar dinero. Todo lo que hacemos es dedicado al apostolado”.

Al fin y al cabo, Andrés Garrigó reconoce que Jesucristo “es el único espectador y, al final,  las cuentas las tienes con el de arriba, no con los del público”.