Un diácono de San Diego dijo a sus feligreses la semana pasada que se deportará voluntariamente después de que el gobierno de Estados Unidos le revocara su estatus de residente.
Según se informa, el diácono hizo el anuncio en el St. Jude Shrine of the West durante las misas del 14 de septiembre. Los medios locales informaron que el clérigo llegó a Estados Unidos a los 13 años y sirvió a la comunidad de St. Jude durante aproximadamente cuatro décadas. Según informes, regresará a Tijuana, México.
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Los informes locales no identificaron al diácono. Un representante diocesano indicó a CNA que las noticias eran precisas, pero la diócesis afirmó no poder identificar al diácono y que este estaba manejando el asunto en privado.
Los representantes de la parroquia St. Jude no respondieron a las preguntas sobre el anuncio.
La autodeportación del diácono se anuncia en medio de una ola de intensificación de la aplicación de leyes migratorias en todo el país, mientras la administración Trump trabaja para incrementar las deportaciones de inmigrantes indocumentados en Estados Unidos.
Defensores católicos y cristianos han criticado la intensificación de la aplicación de la ley. Antes de su muerte, el Papa Francisco declaró en febrero a los obispos estadounidenses que, en medio de las deportaciones, los fieles “están llamados a considerar la legitimidad de las normas y políticas públicas a la luz de la dignidad de la persona y sus derechos fundamentales, y no al revés”.
Mientras tanto, en la primavera, líderes religiosos, incluida la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos y la Asociación Nacional de Evangélicos, lamentaron los posibles impactos de las deportaciones masivas en las familias cristianas en Estados Unidos.
“Una parte significativa de los inmigrantes que forman parte de nuestro organismo son vulnerables a la deportación, ya sea porque no tienen estatus legal o porque sus protecciones legales podrían ser retiradas”, dijeron los líderes.
En algunos casos, los sacerdotes se han enfrentado a la deportación o la pérdida de su estatus legal debido a los cambios en las normas migratorias.
En Texas, un sacerdote católico nacido en México, que sirvió en la Diócesis de Laredo, Texas, durante nueve años, abandonó Estados Unidos el mes pasado porque su solicitud de residencia fue denegada y su visa de trabajador religioso estaba a punto de expirar.
Los defensores católicos han advertido repetidamente que los cambios en las normas de visas de Estados Unidos han provocado una crisis inminente en la que muchos sacerdotes radicados en Estados Unidos se verán obligados a abandonar sus ministerios, regresar a sus países de origen y permanecer allí durante largos tiempos de espera.
El Secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, dijo a EWTN News en agosto que la administración Trump está “comprometida” a abordar ese tema.
"Tendremos un plan para solucionarlo", dijo Rubio. Los detalles de ese plan aún no se han publicado.
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA




