El proceso de Independencia de México no sólo se desarrolló en los campos de batalla, sino también en recintos católicos que fueron testigos y protagonistas de los momentos más decisivos de la historia nacional.

La Iglesia Católica, profundamente arraigada en la vida de la Nueva España, se convirtió en el marco en el que se gestaron llamados a la libertad, símbolos de unión y reuniones políticas que llevaron a la consumación de la Independencia. 

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Varios templos del país, hoy considerados patrimonio histórico, mantienen viva la memoria de aquellos hechos.

El lugar donde nació la patria

La parroquia de Nuestra Señora de Dolores, en la actual ciudad de Dolores Hidalgo, Guanajuato, es considerada la cuna de la Independencia. Allí, en la madrugada del 16 de septiembre de 1810, el P. Miguel Hidalgo convocó a los pobladores desde el campanario para iniciar el levantamiento contra el dominio español, en lo que se conoce como el “Grito de Dolores”. 

Parroquia de Nuestra Señora de Dolores. Crédito: Juan Carlos Fonseca Mata, CC BY-SA 4.0
Parroquia de Nuestra Señora de Dolores. Crédito: Juan Carlos Fonseca Mata, CC BY-SA 4.0

El historiador de la Arquidiócesis Primada de México, Carlos Villa Roiz, señala que en la actualidad en el templo se conservan libros firmados por el P. Hidalgo, además de placas y estatuas que recuerdan aquel día. 

La campana que tocó el cura, dedicada a San José, se encuentra actualmente en el Palacio Nacional, donde cada año se reproduce el Grito como una de las tradiciones más importantes del país.

La Virgen de Guadalupe como estandarte

Otro templo clave fue el Santuario de Atotonilco, en San Miguel de Allende, en el estado de Guanajuato. Allí, el mismo 16 de septiembre de 1810, el P. Hidalgo tomó como estandarte una imagen de la Virgen de Guadalupe, que se transformó en la bandera de los insurgentes. 

Reproducción del estandarte que utilizó el P. Miguel Hidalgo. Crédito: EWTN noticias
Reproducción del estandarte que utilizó el P. Miguel Hidalgo. Crédito: EWTN noticias

En el libro Los próceres de las Transformaciones de México… una aproximación militar publicado en el sitio web del Gobierno de México, señala que bajo el manto protector de la Virgen el pueblo encontró un símbolo de unión y esperanza, al grado de que el grito “¡Viva la Virgen de Guadalupe!” se convirtió en consigna de batalla. 

La Profesa y el fin de la guerra 

Otro templo fundamental fue La Profesa, oficialmente la Rectoría de San Felipe Neri, ubicada en el Centro Histórico de la Ciudad de México. 

Rectoría de San Felipe Neri “La Profesa”. Crédito: Arquidiócesis Primada de México
Rectoría de San Felipe Neri “La Profesa”. Crédito: Arquidiócesis Primada de México

En este espacio, a inicios de la década de 1820, se realizaron reuniones políticas encabezadas por el sacerdote Matías de Monteagudo en lo que se conoce como la Conspiración de la Profesa

Según el sitio web de la Arquidiócesis de México, de estas reuniones surgió la designación de Agustín de Iturbide como comandante del ejército que defendía a la corona española, pero que supo aprovechar su posición para negociar con Vicente Guerrero, líder insurgente, para unir fuerzas en torno al Plan de Iguala y así allanar el camino para la consumación de la independencia el 27 de septiembre de 1821.

La última batalla por la Independencia

Tras la firma del Plan de Iguala y con la conformación del Ejército Trigarante, que unía ambos bandos antes enfrentados, Agustin de Iturbide se convertía en el primer emperador de la recién formada nación que hoy se conoce como México; sin embargo, aún persistían focos de resistencia a favor de la corona española.

Uno de los últimos enfrentamientos ocurrió el 19 de agosto de 1821 en el atrio de la actual Catedral de los Santos Apóstoles Felipe y Santiago, en la Diócesis de Azcapotzalco, donde, según precisa el sitio web, las fuerzas trigarante derrotaron a los realistas en un combate en el que cayó el insurgente Encarnación Ortiz. 

Recuerdo de la última batalla en la Catedral de Azcapotzalco. Crédito: Diócesis de Azcapotzalco
Recuerdo de la última batalla en la Catedral de Azcapotzalco. Crédito: Diócesis de Azcapotzalco

Esta victoria despejó el camino para la entrada triunfal de Iturbide y Guerrero a la capital semanas después, quedando sellado en ese recinto religioso el final de once años de lucha, hoy recordado con un monumento conmemorativo.

Coronación del primer emperador de México

La Catedral Metropolitana de la Ciudad de México también fue escenario de un episodio clave tras la consumación de la Independencia: la coronación de Agustín de Iturbide como el primer emperador del país, el 21 de julio de 1822. 

Diorama de la coronación de Iturbide en el museo del Caracol. Crédito: EWTN Noticas
Diorama de la coronación de Iturbide en el museo del Caracol. Crédito: EWTN Noticas

En la actualidad, el recinto religioso alberga los restos de Iturbide y se conserva el trono imperial, a diferencia de otros héroes cuyos restos fueron trasladados al Ángel de la Independencia en 1925.