El Santuario de Lourdes renovará sus icónicos carros azules, “símbolo del servicio a los más frágiles”, según explica ‍Daniel Pezet, presidente de la Hospitalidad que atiende a los peregrinos en el lugar de las apariciones a Santa Bernardita Soubirous.

Junto a la imagen de la Inmaculada en la gruta de Massabielle, las piscinas y la gran explanada en la que se realiza la procesión de antorchas mientras se reza el Rosario cada noche, los carros azules constituyen uno de los iconos más reconocibles del santuario. 

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La Hospitalidad de Nuestra Señora de Lourdes (HNDL, por sus siglas en francés) celebra este año 140 años de su fundación y su presidente, Daniel Pezet, explica a ACI Prensa la importancia de estos vehículos que comenzaron a usarse en el santuario para facilitar la experiencia a los peregrinos que no pueden moverse con facilidad: personas enfermas, cansadas o con discapacidad.

Peregrinos de la Hospitalidad de nuestra Señora de Lourdes de Madrid en el santuario. Crédito: Cedida José María Gaubeka.
Peregrinos de la Hospitalidad de nuestra Señora de Lourdes de Madrid en el santuario. Crédito: Cedida José María Gaubeka.

Para Pezet, la importancia de estos carros azules es triple. 

En primer lugar, “representan concretamente la presencia prioritaria de los enfermos en el Santuario de Lourdes. El único santuario mariano que acoge y coloca siempre en primera fila a los peregrinos que sufren”. 

Otra de las razones es que los carros azules tienen un espacio para “escribir y poner el nombre de la asociación que lo ha donado al santuario, pero también en agradecimiento por una curación”, con el nombre de la persona sanada. “¡Estos coches son en realidad exvotos!”, exclama Pezet.

La tercera razón de la relevancia de estos vehículos es que son también “el símbolo visible del servicio prestado a los más frágiles. Reúnen en una misma misión a los cuidadores y a los enfermos”. 

“El hospitalario va delante para tirar del carro con su timón. Acompaña al peregrino enfermo a una celebración, a una procesión. Este acompañamiento no se limita a un simple esfuerzo físico, es también un encuentro, una escucha y una oración común”, añade el dirigente.

Los carros, presentes desde inicios del siglo XX

Los primeros movimientos para construir el Santuario de Lourdes se produjeron en 1861, tres años después de las apariciones, cuando el párroco compró los terrenos y empezó a acondicionar el lugar para la llegada de peregrinos. 

El uso de los "carros azules" en Lourdes se remonta a principios del siglo XX. Crédito: Archivo de la HNDL.
El uso de los "carros azules" en Lourdes se remonta a principios del siglo XX. Crédito: Archivo de la HNDL.

Los icónicos carros azules comenzaron a usarse a inicios del siglo XX, pero no fue hasta las décadas de 1960 y 1970 cuando fueron sustituidos por nuevos coches diseñados por la empresa Aumon de Nantes, cuyo director era también miembro de la Hospitalidad Nuestra Señora de Lourdes.

Son estos mismos coches, entre 700 y 800, los que aún hoy siguen circulando por la explanada, la gruta, la basílica subterránea de San Pío X y los puentes sobre el río. En el año 2012, fueron ligeramente modificados con un mejor sistema de frenado. 

La HNDL ha valorado diferentes opciones, pero ha concluido que el vehículo actual sigue siendo la mejor referencia, por su utilidad, pero también porque el vínculo creado entre el peregrino y su acompañante sigue siendo único.

Boceto con la capota desplegada del nuevo modelo de carro azul del Santuario de Lourdes. Crédito: HNDL
Boceto con la capota desplegada del nuevo modelo de carro azul del Santuario de Lourdes. Crédito: HNDL

Un nuevo modelo de carro azul para el siglo XXI

Los nuevos modelos incorporarán mejoras en la seguridad de los usuarios “limitando la posibilidad de que se le pillen los dedos en las ruedas”, un sistema de frenado “más eficaz y fiable” pues en la actualidad presentan “una eficacia aleatoria y dañan los neumáticos”. 

“Una opción interesante sería que el vehículo estuviera frenado permanentemente (especialmente cuando está estacionado) y que sólo al sujetar o tirar de la barra de dirección se liberara el freno. Este freno también podría ralentizar el vehículo en las fases de descenso. Este sistema no debe poder ser activado o desactivado por el pasajero”, describe Pezet. 

En el terreno de la seguridad, también se prevé la inclusión de luces o elementos reflectantes, el uso de materiales ignífugos para limitar los riesgos durante la procesión de antorchas y mejorar el radio de giro. 

Boceto sin capota del nuevo modelo del carro azul que se revé incorporar en el Santuario de Lourdes. Crédito: HDNL.
Boceto sin capota del nuevo modelo del carro azul que se revé incorporar en el Santuario de Lourdes. Crédito: HDNL.

En cuanto a los cambios relativos a la comodidad de los peregrinos, se prevé “una ergonomía física mejor estudiada para el asiento del peregrino”, paneles transparentes laterales en la capota que se usa cuando llueve o hace mucho sol para “permitir al peregrino ver mejor su entorno” y la incorporación de “un pequeño espacio de almacenamiento” a disposición del peregrino. 

Un año de celebraciones

La HNDL ha organizado numerosos eventos con motivo del 140 aniversario. Entre ellos, se celebró una peregrinación jubilar de hospitalarios a Roma con motivo del Jubileo de Enfermos y del Mundo de la Sanidad el pasado mes de abril. 

El Obispo de Tarbes-Lourdes, Mons. Jean-Marc Micas, presidió el pasado mes de julio en la capilla de San José del santuario una ceremonia de compromiso de los hospitalarios. En ella, los hospitalarios que completan sus años de formación, reciben la medalla. Se trata de una tradición que se remonta a 1885, año de fundación de la HNDL, cuando se comprometieron a este servicio los siete primeros miembros. 

La HNDL también ha publicado un libro conmemorativo de 120 páginas, disponible en varios idiomas en la librería del santuario, en el que se hace una recorrido histórico, se comparten testimonios del servicio ofrecido y se traslada la influencia en el mundo de la hospitalidad. 

Mejoras en los baños para recibir el agua de Lourdes

Este año también está sirviendo para evaluar la vuelta al funcionamiento de los baños de Lourdes, que quedaron interrumpidos durante la pandemia del covid, meses en los que se promovió el llamado “gesto del agua”

En 2024 se recuperó el baño tradicional por inmersión. “Desde entonces, la demanda es muy importante, pero no se satisface por completo”, relata el presidente de la HNDL, que añade:  “No se puede acoger a todos los peregrinos que solicitan el baño porque no todas las piscinas han instalado un nuevo sistema de filtración permanente”. 

En la actualidad, sólo nueve  de las 17 piscinas cuentan con este sistema, quedando las demás para realizar el “gesto del agua”, de tal manera que, en 2024, pudieron bañarse unas 15.000 personas mientras que 370.000 peregrinos realizaron el “gesto del agua”. 

Se espera que el próximo invierno se acometan las obras necesarias en el resto de baños para aumentar el número de peregrinos que pueden entrar en contacto con el agua de forma tradicional, hasta cerca de 50.000.