Ante las acusaciones del presidente de Panamá, José Raúl Mulino, quien afirmó que grupos de la Iglesia Católica “radicales de izquierda” se oponen al proyecto de embalse en la región de Colón, el Obispo de Colón-Kuna Yala, Mons. Manuel Ochogavía, aseguró que su postura no responde a intereses políticos, sino al evangelio.
El plan, impulsado por la Autoridad del Canal de Panamá, busca construir una presa y un embalse en la cuenca del río Indio para garantizar la seguridad hídrica del país y el funcionamiento del Canal de Panamá, por lo que se reubicará e indemnizará a un sector de la población que se verá afectada. Sin embargo, la iniciativa ha generado críticas de sectores sociales y eclesiales.
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El presidente de Panamá declaró en conferencia de prensa, el 21 de agosto, que el proyecto no ha podido avanzar porque se han “ensañado con el proyecto sobre todo por la izquierda radical y grupos de la Iglesia Católica radicales de izquierda que se han dado a la tarea a mentir olímpicamente sobre el proyecto”.
En contra del proyecto
Por su parte, Mons. Ochogavía, en una Misa celebrada el 24 de agosto, cuestionó la falta de garantías para las comunidades de la zona, advirtiendo que los habitantes “van a ser afectados y desterrados en beneficio del desarrollo de este país”.
En este sentido, pidió a los beneficiarios y a la sociedad en general comprometerse a “salvaguardar la vida y la dignidad de todos esos campesinos, que van a ser afectados por lo que pase allí en la zona de Río Indio. Es responsabilidad de todos los panameños, porque no podemos decir: ‘queremos el agua y los demás que se fríen’. Eso sería injusto y no sería cristiano”.
“No es ideología, se llama Evangelio”
En respuesta a quienes lo acusan de tener motivaciones políticas, Mons. Ochogavía afirmó: “esto lo voy a decir aunque después digan que soy de izquierda, el modelo económico que tenemos no está funcionando”. Dijo además que el sistema actual “sigue generando pobres, excluidos”, recordando que en Colón escasea la educación y el acceso a la salud en zonas marginadas.
“Cuando a mí me hablan de que por qué la Iglesia dice lo que dice es porque nosotros como Iglesia andamos por los caminos y no estamos pidiendo voto a nadie. Vamos para acompañar, para estar al lado, para hacer lo que podamos hacer y eso no es ideología, se llama Evangelio y si en este país hay gente que esto no lo entiende, qué pena”, señaló el prelado.
El obispo advirtió que Panamá está construyendo una “sociedad descristianizada, donde no importa la vida de nadie sólo importa el dinero, donde la ley es la ley de la empresa, invertir poco y ganar más”.
Labor de la Iglesia Católica en Panamá
Haciendo un recuento de la participación de la Iglesia Católica en asuntos sociales y en la construcción de la nación, el obispo recordó que las Hijas de la Caridad llegaron a Panamá en 1875, asumiendo la atención sanitaria, fundando y administrando hospitales.
Asimismo señaló que posteriormente, otras congregaciones y órdenes religiosas, como las Hermanas Franciscanas de María Inmaculada, las Misioneras de la Madre Laura y los Hermanos de La Salle, contribuyeron a la educación, la salud y la vacunación en distintas regiones del país, enseñando oficios y alfabetización a comunidades para “darles una opción de mejorar sus vidas”.
Además, señaló que la Iglesia Católica estuvo presente en momentos clave de la historia reciente de Panamá, desde el apoyo financiero del Episcopado panameño en “la gesta separatista” de Colombia de 1903.
La Iglesia, aseguró el prelado, acogió a perseguidos políticos, “acogió a los sediciosos en contra de la dictadura del militar” escondiendo a varios de los en las sacristías y en las casas curales.




