Marine Rosset, la recién nombrada presidenta de la mayor organización de escultismo de inspiración católica de Francia, renunció menos de dos meses después de su elección en medio de intensas críticas por su apoyo al aborto y su relación homosexual.
Tras anunciar su dimisión el 6 de agosto, la miembro del Partido Socialista de 39 años explicó su decisión en una entrevista con el diario católico La Croix, señalando que la "situación se había vuelto insostenible" y expresando su deseo de "proteger el movimiento".
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Rosset fue elegida presidenta de los Scouts y Guías de Francia (SGDF) el 14 de junio por una votación de 22 a 2 y una abstención.
La SGDF es la mayor asociación scout de Francia, con más de 100.000 miembros. Se formó en 2004 mediante la fusión de dos organizaciones históricamente católicas.
En la actualidad, el grupo cuenta con capellanes católicos y se describe a sí mismo como “un movimiento católico de juventud y educación popular” y “abierto a todos, sin distinción de nacionalidad, cultura, origen social o creencias”.
Las posiciones controvertidas generan críticas
La controversia se centró en las posturas públicas de Rosset, que contradicen directamente la doctrina católica. Rosset, concejal de París y exprofesora de historia y geografía, vive en unión civil con una persona del mismo sexo y tiene un hijo que fue concebido por reproducción asistida.
La miembro del Partido Socialista también ha defendido públicamente el “derecho” al aborto, postura que provocó duras críticas por parte de los medios y del clero católicos.
“Tras mi elección, hubo personas ajenas al escultismo —fuerzas políticas, redes de comunicación, incluso financieras— que instrumentalizaron las posturas que yo había adoptado”, declaró Rosset a La Croix. “Esto creó una imagen falsa de los Scouts y Guías de Francia, ya que varias de mis posturas se asociaron con las del movimiento”, añadió.
Según Le Monde, algunos capellanes del movimiento scout habían expresado su oposición a su nombramiento, citando preocupaciones sobre su activismo político y su vida personal que contradicen las enseñanzas de la Iglesia sobre la sexualidad y las cuestiones referentes al derecho a la vida.
El sitio web católico Tribune Chrétienne calificó su renuncia como “el fin de un malentendido organizado”, argumentando que no se puede liderar un movimiento juvenil católico mientras se “contradice abiertamente lo que la Iglesia enseña como no negociable”.
Las complicaciones políticas agravan la controversia
Factores políticos también influyeron en la decisión de Rosset. Con elecciones parciales programadas en su circunscripción parisina este otoño, había planeado hacer campaña por el candidato de su partido. Esta decisión habría politizado aún más al grupo scout y potencialmente alejado a las familias católicas, según Le Monde.
“Cualquier declaración que hiciera habría sido analizada minuciosamente”, explicó Rosset a La Croix. “Para mí era muy importante que el movimiento no se redujera solo a mi persona; es más grande que yo”, agregó.
El comunicado oficial de los SGDF afirma que se habían dirigido “comentarios violentos, discriminatorios y deshumanizantes” contra Rosset y que ella había presentado denuncias legales por amenazas en línea.
Pierre Monéger, exvicepresidente de la organización, ha asumido el liderazgo a través de una estructura de gobierno colectivo que incluye dos nuevos vicepresidentes, Julie Lefort y Charles Le Gac.
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA







