Red Clamor Argentina renueva su compromiso y pide más financiamiento estatal contra la trata

Instituciones, movimientos, equipos pastorales y diferentes organismos eclesiales comprometidos en la lucha contra la trata de personas se dieron cita en Córdoba (Argentina) para reflexionar y continuar trabajando juntos y con esperanza para combatir este flagelo, exigiendo a su vez un mayor financiamiento público para la protección y asistencia de víctimas.

Con el lema “Embajadores de esperanza: juntos contra la trata de personas”, del 31 de julio al 2 de agosto se llevó a cabo en Córdoba (Argentina) el II Encuentro de la Red Clamor, que congrega a las instituciones eclesiales del país que trabajan en la lucha contra la Trata de Personas.

En ese marco, mediante el aporte de profesionales y testimonios de sobrevivientes, los participantes en el encuentro pudieron analizar la situación de la trata, el abuso y otras formas de esclavitud moderna en el país.

Inspirados por el mensaje del Papa Francisco, quien consideraba que la trata de personas niega la dignidad humana y “es un crimen contra la humanidad”, renovaron su compromiso de actuar en red y de forma articulada para combatir este flagelo.

Entre los temas de reflexión se planteó “la necesidad de la contención y acompañamiento a las víctimas y sobrevivientes, mirándolas en su integridad, abordadas desde una perspectiva eclesial, espiritual, legal y médica necesarias”, expresa el documento conclusivo.

Asimismo, las distintas instituciones de la Iglesia compartieron sus realidades y contaron con el aporte de profesionales en la materia. 

Durante los días del encuentro, trabajaron también sobre “modos de acompañar tanto a las víctimas como a aquellos que ejercen la violencia, con la mirada puesta en cambiar patrones deshumanizantes”. También se profundizó sobre la legislación nacional e internacional en materia de trata de personas y explotación infantil, desde un enfoque en derechos humanos.

Como conclusión del encuentro, se llegó a la necesidad de una “colaboración articulada entre los diferentes grupos que actuamos en la lucha contra la trata”, como también de “estar espiritualmente formados y sostenidos para acompañar, contener y dar respuesta a quienes sufren este terrible delito”.

Asimismo, se planteó la necesidad de “gestionar recursos para llevar adelante nuestra misión de Iglesia” debido a que “las políticas públicas desfinanciadas han dejado un vacío en la asistencia a las víctimas”. 

“Vemos necesario incorporar en nuestras comunidades acciones educativas de concientización, prevención en la trata y abuso de personas; exigir el financiamiento necesario a las políticas públicas para la protección y asistencia a las víctimas y sobrevivientes, tanto en materia económica, habitacional, legal y de salud integral; utilizar las redes sociales y medios de comunicación como herramientas de denuncia y sensibilización”, exigen desde la Red Clamor. 

“La desesperanza aprendida por las víctimas en el dolor, puede revertirse, porque en palabras de una sobreviviente: ‘Sólo con el amor, se vuelve a casa’. Por eso, nos comprometemos a seguir caminando ‘juntos contra la trata’”, afirman.

Integran la Red Clamor la Acción Católica Argentina, la Unión Mundial de Organizaciones Femeninas Católicas, el Equipo No a la Trata de la Conferencia Episcopal Argentina, la Pastoral y Asociación Guadalupe, Juntas en Camino (Parroquia Sagrada Eucaristía), las Hermanas Esclavas Adoratrices del Santísimo Sacramento y de la Caridad.

También forman parte la Orden de la Merced, las Hermanas del Servicio Social Misionero, las Hermanas Dominicas del Santísimo Nombre de Jesús, las Hermanas Esclavas del Sagrado Corazón de Jesús, la Red Kawsay, la Red Infancia Robada, las Arquidiócesis de Córdoba, Salta, Corrientes, Mendoza, Bahía Blanca, Mercedes-Luján; la Diócesis de La Rioja.

Son miembros también los equipos de Pastoral para la Prevención de la Trata de Orán, Pastoral de Migrantes de Avellaneda-Lanús, Río Gallegos, Merlo-Moreno y Rosario, Pastoral de Turismo de Santiago del Estero, las Hermanas Oblatas, y el Área de Trata de Personas de la Comisión Episcopal de Migrantes e Itinerantes.