La Arquidiócesis Primada de México hizo un llamado a acompañar a los jóvenes para que se descubran “inmensamente amados por Jesús” y “sepan ver a Jesús en los demás”.

Así lo expresó en el editorial de su semanario Desde la Fe, que recoge una serie de reflexiones en el marco del recientemente concluido Jubileo de los Jóvenes, en el cual más de un millón de jóvenes de todo el mundo vivieron una experiencia de fe y comunidad, que concluyó con la celebración de la Santa Misa presidida por el Papa León XIV, este domingo 3 de agosto.

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La Arquidiócesis de México resaltó que el jubileo fue “un encuentro lleno de esperanza”, en el que el Santo Padre “les habló a los jóvenes de la importancia de mantener relaciones firmes, leales y sinceras; de la valentía que nace del amor recibido y que es necesaria para tomar elecciones de vida; y de estudiar, amar y trabajar, siguiendo el ejemplo de Jesús”.

“Esta labor no solo es una tarea para los jóvenes, es también un llamado social para acompañar las inquietudes, los temores y anhelos de las nuevas generaciones”, señaló la arquidiócesis en su editorial, alentando a “cultivar ambientes donde se enseñe a valorar la auténtica amistad, sin filtros ni máscaras digitales”.

Hizo también “un llamado a las familias para enseñar a los niños a construir relaciones sostenibles, conscientes, no efímeras, reforzando aprendizajes como el hecho de que la auténtica amistad nace de compartir vida, no solo los likes”.

Además compartió la preocupación de la Iglesia por “la proliferación de contenido digital, de eventos y festivales que para algunos pueden ser un simple video en redes sociales, o solo un espectáculo musical, pero para otros, el eco de un mundo emocional roto, que encuentra en la exaltación del mal y de la muerte una extraña forma de consuelo, y con el que algunos jóvenes desarrollan empatía”.

“El mundo digital y de entretenimiento en el que crecen nuestros jóvenes no puede ser invadido solo por mensajes sin alma, símbolos vacíos o llamados que enaltecen a la muerte”, subrayó la arquidiócesis, alentando a la sociedad “a generar espacios para que nuestros jóvenes recuperen el afecto humano, la escucha cercana y se reconozcan dignos de vivir”.