La oficina doctrinal del Vaticano expresó sus reservas sobre un supuesto lugar de apariciones marianas en el sur de Italia, permitiendo sólo el culto privado y advirtiendo que las afirmaciones de que una mujer fallecida ha comunicado mensajes a través de un ángel de la guarda "requieren mayor estudio".

Sant'Onofrio es una montaña en la región de Molise, en el sur de Italia, cerca de la ciudad de Agnone. Desde 2009, un residente de la zona, Michelino Marcovecchio, afirma haber recibido visiones y mensajes de la Virgen María.

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También ha afirmado escuchar la voz de su difunta suegra, Livia Casciano, a través de su ángel de la guarda.

En una carta, el Dicasterio para la Doctrina de la Fe (DDF) otorgó a las supuestas experiencias sobrenaturales en el Monte Sant'Onofrio un juicio de prae oculis habeatur, lo que significa que existen "importantes señales positivas", pero "también se perciben algunos aspectos de confusión o riesgo potencial", y "podría ser necesaria una aclaración doctrinal".

El DDF declaró que “se permite el culto privado”, incluyendo visitas personales en parejas o en pequeños grupos a la cruz o al Vía Crucis erigido en el Monte Sant’Onofrio.

Sin embargo, no se permiten actos de culto público, como peregrinaciones, eventos pastorales ni la celebración de Misas en lugares vinculados a las supuestas experiencias espirituales. Tampoco se puede difundir información sobre el fenómeno y sus supuestos mensajes sin la aprobación de las autoridades eclesiásticas.

En una carta dirigida a Mons. Camillo Cibotti, Obispo de Isernia-Venafro y Trivento, el Cardenal Víctor Manuel Fernández, prefecto del DDF, escribió que el contenido de algunos de los mensajes recibidos por Marcovecchio es valioso y que existen “signos de la acción del Espíritu Santo en medio de este supuesto fenómeno sobrenatural”.

Sin embargo, añadió, “también se perciben algunos aspectos de confusión o riesgos potenciales que requieren que el obispo diocesano realice un cuidadoso discernimiento y diálogo con los receptores de una determinada experiencia espiritual”.

El cardenal también llamó la atención sobre dos aspectos de las presuntas manifestaciones que requieren especial cuidado por parte del obispo.

En primer lugar, algunos miembros del clero local no habían observado la decisión del obispo anterior de prohibir cualquier forma de culto público o privado relacionado con las supuestas apariciones, e incluso parecieron instar a la desobediencia.

El segundo posible problema era el “hecho inusual de que, según se dice, algunas almas de difuntos se manifiestan al supuesto vidente por obra de su ángel de la guarda”.

El Cardenal Fernández afirmó que las supuestas apariciones experimentadas en el Monte Sant’Onofrio siguen la enseñanza de la Iglesia sobre la relación entre los vivos y los muertos, pero “de una manera que demuestra su originalidad con respecto a la tradición espiritual y que, por lo tanto, requeriría mayor estudio”.

El prefecto invitó al obispo a asegurar que quienes siguen y promueven las experiencias espirituales en el Monte Sant’Onofrio tengan presente “que la línea entre prácticas lícitas y riesgosas es bastante delgada”.

Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en CNA.