El Secretario General de la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina, Mons. Raúl Pizarro, participó el viernes 18 de julio del acto central por el 31° aniversario del atentado a la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA).
Como es tradición, el acto se realizó a las 9:53, hora en que hace 31 años, un coche bomba explotó frente al edificio, destruyéndose casi completamente y dejando 85 muertos y más de 300 heridos, además de severos daños en la zona.
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Hoy, la fachada de la AMIA es un memorial que recuerda a las 85 víctimas del mayor atentado en la historia del país, que hoy continúa impune. A 31 años de aquel momento, las familias de los fallecidos continúan reclamando justicia.
En el acto estuvo presente el Presidente de la Nación, Javier Milei; gran parte del gabinete nacional; embajadores, funcionarios nacionales y de la ciudad, y autoridades comunitarias.
En el discurso inicial, el presidente de la AMIA, Osvaldo Armoza, pidió “que el silencio no se vuelva olvido, y la memoria no se reduzca sólo a una ceremonia”, en especial en este momento en que “el terrorismo está más activo que nunca”.
El responsable de la Oficina de Prensa y Comunicación del Episcopado, P. Máximo Jurcinovic, que acompañó a Mons. Pizarro en esta actividad, destacó ante ACI Prensa el momento de la invocación religiosa presidida por el gran rabino de AMIA, Eliahu Hamra, y observó la pluralidad de sectores de la política que se hicieron presentes en el lugar.
En nombre de la Conferencia Episcopal, que cada año participa del acto, el sacerdote señaló la importancia de “recordar a hermanos y hermanas que murieron de una manera tan injusta, en el peor atentado terrorista de la historia argentina”.
“Siempre es un momento especial para poner la mirada en los familiares, en el deseo de justicia”, añadió, y al mismo tiempo, una invitación a toda la sociedad a “poner la mirada en los que sufren”.
“No deja de conmover siempre, en este encuentro, la centralidad del dolor de las familias y del pedido de justicia de quienes perdieron un familiar directo en el atentado”, reconoció, y haciendo suyas las palabras de Armoza, rescató la solidaridad del pueblo argentino en aquel momento de tragedia, y el ejemplo de respeto y convivencia pacífica.
Durante el acto hubo varios momentos emotivos, como la interpretación de la canción “Nos veremos otra vez”, y la reproducción de un video en el que se recuerda a los familiares que “después de haber luchado tanto, se fueron sin haber visto justicia”.



