El Papa León XIV visitó en la mañana de este lunes la residencia para ancianos “Santa Marta” en Castel Gandolfo, la localidad italiana donde pasa su periodo vacacional. 

Según informó la Oficina de Prensa de la Santa Sede, el Pontífice llegó a la residencia a las 10:30 de la mañana (hora local), donde fue recibido por la comunidad de religiosas que administran el lugar.

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La congregación de las "Hermanas de Santa Marta" fue fundada en 1878 por el Beato Tommaso Regio. La misión de esta residencia de ancianos no sólo es ofrecer asistencia, sino prestar "la máxima atención a la calidad de las relaciones y al bienestar de sus residentes", según detallan en su sitio web.

En este contexto, las hermanas pretenden ser como "presencias humildes de paz y esperanza" para los más necesitados.

Tras detenerse en oración en la capilla, el Santo Padre saludó personalmente a cerca de 20 ancianos, todos ellos con edades entre los 80 y los 101 años.

También saludó a una joven enfermera y, después de haber rezado juntos con algunos cantos, el Papa dirigió unas palabras a todos, subrayando algunos temas de los cantos y retomando el Evangelio leído ayer durante la Misa.

El Papa destacó cómo en cada una de las personas hay una parte de Marta y una de María, e invitó a aprovechar este tiempo de la vida para vivir la dimensión de María: escuchar la palabra de Jesús y orar.

Más tarde, el Pontífice subrayó la relevancia de la oración, “tan importante, mucho más grande de lo que podemos imaginar”, y dijo a los ancianos que “la edad no importa: es Jesús quien quiere acercarse a nosotros, se hace huésped para nosotros, nos invita a ser testigos, jóvenes o no tan jóvenes”.

“Ustedes son signos de esperanza”, agregó, “han dado mucho en la vida” y “continúan siendo ese testimonio de oración, de fe”, una familia que ofrece al Señor lo que tiene.

Después de rezar juntos el Padrenuestro, el Papa León XIV permaneció un rato más visitando la residencia y regresó a Villa Barberini poco antes de las 11:30.