Mons. José Guadalupe Torres Campos, Obispo de Ciudad Juárez en México expresó su “firme indignación” ante el hallazgo de al menos 383 cuerpos embalsamados en un inmueble en el estado de Chihuahua que operaba como crematorio, en condiciones insalubres y sin haber sido incinerados, como era su obligación.
El descubrimiento ocurrió la noche del jueves 26 de junio, luego de una denuncia ciudadana. Elementos policiales acudieron a un predio en la colonia Granjas Polo Gamboa, en Ciudad Juárez, donde confirmaron la presencia de numerosos cadáveres. Al procesar la escena, las autoridades identificaron el sitio como un establecimiento destinado a la cremación de restos humanos.
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Según informó la Fiscalía General del Estado de Chihuahua el 2 de julio, muchos de los cuerpos que “debieron haber sido cremados” estaban embalsamados y almacenados desde hace años. El lugar fue identificado como crematorio Plenitud, el cual brindaba servicios a seis funerarias de la región.

“Los cuerpos que se entregaban por parte de las funerarias a la empresa eran devueltos en cinco o seis días, en cofrecito y cenizas y esto evitaba que hubiera alguna sospecha sobre la situación del servicio”, destacó en conferencia de prensa.
El fiscal César Jáuregui calificó el hecho como un caso “inédito y muy grave” y aseguró que se realizará una “de que se hará una investigación integral, a fin de lograr la plena identificación la identificación de los cuerpos”.
De los cadáveres localizados, 218 corresponden a hombres, 149 a mujeres y 16 cuerpos no han podido ser determinados. Entre ellos, “aparentemente se encuentran cuatro menores de edad”. Las autoridades ya están contactando a familiares que, en años recientes, solicitaron servicios de cremación en las funerarias vinculadas, con el objetivo de identificar a las víctimas.
Además, se informó que el propietario y un empleado del crematorio fueron detenidos y vinculados a proceso por delitos relacionados con el manejo indebido de restos humanos.
La Iglesia Católica pide “respeto a la memoria” de quienes perdieron la vida
En su comunicado de este 3 de julio, Mons. Torres Campos afirmó que el “hecho nos sacude en lo más hondo como sociedad y como creyentes en la dignidad sagrada de toda vida humana”.
“No podemos acostumbrarnos al horror y dirigir la mirada hacia otro lado cuando la vida es tratada con desprecio. Estos actos claman al cielo por justicia, verdad y respeto a la memoria de quienes han partido de esta vida”, señaló el prelado.

A las familias que aún buscan a sus seres queridos y a aquellas que viven con la incertidumbre de no haber recibido adecuadamente los restos de sus familiares, el obispo les dijo que “la Iglesia está con ustedes”. “No están solos. Compartimos su sufrimiento y elevamos nuestra voz para que se esclarezca esta situación a la mayor brevedad posible”, agregó.
Mons. Torres Campos hizo también un llamado urgente a las autoridades “para que este hecho no quede en la impunidad” e instó a las autoridades a que lleven a cabo todas las investigaciones “con transparencia, diligencia y respeto a la verdad, y que se haga justicia para cada una de las víctimas y sus seres queridos”.
Finalmente, exhortó a la comunidad a “no perder la esperanza, a sostenernos unos a otros y seguir trabajando por una sociedad en la que se respete la vida, se valore la verdad y prevalezca la paz”, e imploró a Dios “su consuelo para los afligidos, su luz para quienes buscan respuestas”.