Alrededor de 470.000 peregrinos se congregaron en Fátima (Portugal), el 12 y 13 de mayo, para conmemorar el 108° aniversario de las apariciones de la Santísima Virgen. Durante las celebraciones prevaleció el llamado a la esperanza en medio de los conflictos del mundo y las oraciones por el pontificado de León XIV.

Al final de la Misa de clausura, ante la imagen de la Santísima Virgen, Mons. José Ornelas, Obispo de Leiria-Fátima, consagró al Inmaculado Corazón de María el pontificado de León XIV:

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“Estamos a tus pies, Obispos de Portugal y esta multitud de peregrinos, en el 108º aniversario de tu Aparición a los pastorcitos, en esta Cova da Iria, para consagrarte el ministerio del actual sucesor de Pedro y Obispo de Roma, el Santo Padre León XIV”, rezó Mons. Ornelas.

Asimismo, pidió a la Madre de Dios que conceda al Papa ternura, discernimiento, valentía y la capacidad de, inspirados por el Mensaje de Fátima, “seguir lanzando al mundo el grito urgente de paz”, como hizo en las primeras palabras que dirigió en Roma, después de su elección.

Medio millón de peregrinos participaron en las celebraciones

A pesar de las lluvias ocasionales, los fieles participaron de la tradicional Procesión de las Velas, en la noche de este 12 de mayo, formando un impresionante mar de luz en la explanada del santuario.

El Cardenal brasileño Jaime Spengler, que presidió la Peregrinación Internacional Aniversaria a Fátima, destacó el papel de María como “una intercesora en favor de todos los que tratan de hacer suyos sus sentimientos”.

“¡María es madre! ¡Una Madre que da a luz, cuida, acompaña, guía, corrige y anima! Por eso la contemplamos y dejamos que ella nos mire. Dejémonos guiar por ella; escuchemos lo que nos sigue diciendo: ¡Hagan lo que mi Hijo les diga!. Querida Madre, acompáñanos; vela por nosotros”, dijo el purpurado durante la procesión.

Este 13 de mayo, día de la primera aparición de la Madre de Dios a los pastorcitos en 1917, el Cardenal Spengler —quien ofició la Misa de clausura de las celebraciones— expresó que el mundo atraviesa “tiempos delicados, tensos y complejos” en los que “algunos quizás solo piensan en sí mismos”.

En la celebración eucarística participaron 27 obispos, incluidos dos cardenales: António Marto, Obispo emérito de Leiria-Fátima, y Fortunato Frezza, canónigo de la Basílica de San Pedro, así como 282 sacerdotes y 14 diáconos.

“Tiempos de autoritarismo de diversos matices. Tiempos de fundamentalismo que no promueve la vida. Tiempos en los que nuestra casa común clama por cuidados. Tiempos de falta de apertura a los demás y de apertura a la solidaridad, tiempos de falta de esperanza”, dijo el purpurado brasileño durante la Misa.

Ante estas realidades, el Arzobispo de Porto Alegre (Brasil) instó a mirar con esperanza el ejemplo de la Santísima Virgen, quien siempre escuchó atentamente la Palabra de Dios. En ese sentido, el Cardenal Spengler pidió “la gracia de un corazón bueno, capaz de escuchar la Palabra, acogerla y ponerla en práctica”.

“¡No tengan miedo! Hoy vivimos en una sociedad marcada por el miedo: miedo a las guerras, miedo a los migrantes, miedo a no poder completar la vida que hemos elegido, miedo a enfermar, miedo a morir, miedo los unos a los otros”, añadió.

El Cardenal Spengler utilizó en la celebración eucarística un cáliz obsequiado al santuario por el Papa Francisco, en su visita de 2017.

Estos días fue inaugurado un nuevo sistema de sonido en el Recinto de Oración del Santuario de Fátima, catalogado como “un proyecto de renovación integral” cuya inversión se aproxima al millón de euros y permitió mejorar sustancialmente la cobertura acústica y la claridad del sonido en el recinto.

Además, en la Capilla de las Apariciones fue presentada una nueva cruz de bronce. El rector del santuario, P. Carlos Cabecinhas, señaló que desde hace mucho tiempo sentía la necesidad de dotar al lugar con “una representación más visible y expresiva de la cruz con Cristo crucificado, con un tratamiento artístico más acorde con la importancia del lugar”.