Miles de personas participaron el sábado 3 de mayo en una nueva edición de la Marcha por la Vida, realizada en la Ciudad de México para conmemorar los 18 años desde que se despenalizó el aborto en la capital del país.
La movilización, organizada por la asociación Pasos por la Vida junto con otras instituciones, partió del Monumento a la Revolución y recorrió más de dos kilómetros hasta llegar al Congreso de la Ciudad.
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Jóvenes, adultos mayores y familias enteras caminaron entre pancartas y consignas que lamentaban la falta de políticas integrales de ayuda para las mujeres embarazadas. También denunciaron lo que consideraron como un saldo negativo de casi dos décadas de legalización del aborto.

Desde abril de 2007, el aborto es legal en la Ciudad de México hasta la semana 12 de gestación, convirtiéndola en la primera entidad del país en adoptar esta medida. Desde entonces, otros 22 estados han despenalizado el aborto, con un impulso notable durante el sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador (2018–2024), del partido político MORENA.
Actualmente, Claudia Sheinbaum, también de MORENA, sigue promoviendo esta misma política.
Según datos de la organización Pasos por la Vida, la acumulación de estos cambios ha resultado en que “más de 292,000 vidas mexicanas jamás vieron la luz”.
“El aborto no ha soluciando nada”
Durante el acto frente al Congreso, se leyó un manifiesto en el que se afirmó que “el aborto no ha solucionado nada”.
Pilar Rebollo, dirigente saliente de Pasos por la Vida, advirtió que la despenalización, lejos de resolver problemas, “ha dejado muchísimas heridas, ha revictimizado a la mujer embarazada, y ha privado a México de toda una generación”.

En su intervención también denunció que existe “una manipulación de cifras que invisibiliza tanto a los niños abortados como a las madres heridas”, además de criticar “la falta de políticas integrales que realmente acompañen a la mujer” y “la imposición de una agenda que convierte la muerte en un derecho y margina al que no produce, haciendo negocio con los más vulnerables”.
“Y mientras tanto, México sangra”, agregó.
“Hoy recordamos a la generación ausente y abrazamos a cada madre que ha sufrido en silencio. Pero también proclamamos con esperanza que cada corazón que late es una promesa, y cada paso dado hoy puede cambiar la historia”, indicó Rebollo.
6 exigencias para promover la vida
Durante el evento también intervino Luisa Argueta, coordinadora nacional de la marcha, quien presentó una serie de demandas dirigidas a diferentes sectores.
A los políticos les exigió “una reforma constitucional que reconozca el derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural”, así como políticas públicas que asignen presupuesto “a la maternidad, la adopción y los cuidados paliativos, no soluciones letales”.
Pidió además restablecer los informes públicos sobre aborto en la Ciudad de México y señaló la necesidad de que cada estado publique “cifras reales y verificables sobre abortos, homicidios y desapariciones”.

También reclamó el “respeto y protección de la objeción de conciencia para el personal médico que salva vidas”.
Argueta se dirigió también a la sociedad, pidiendo abandonar “la arcaica idea” de que la maternidad es solo responsabilidad de la mujer, y subrayó que “hombre y mujer se necesitan para tomar decisiones y responsabilidades”.
Finalmente, convocó a una “participación ciudadana activa” que implique “que acompañemos, donemos, adoptemos, vigilemos y votemos por la vida”.




