Durante sus más de 12 años de pontificado, el Papa Francisco compartió en diversas ocasiones su devoción y su cercanía espiritual con varios santos, como San José y Santa Teresita del Niño Jesús.
1. San José
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La devoción que el Papa Francisco le tuvo a San José tuvo su mayor expresión con el Año de San José, que convocó para que se realizara del 8 de diciembre de 2020 al 8 de diciembre de 2021.
Este año lo convocó Francisco a través de la carta apostólica Patris corde (Corazón de padre), para conmemorar los 150 años del decreto Quemadmodum Deus, con el cual el Beato Pío IX declaró a San José Patrono de la Iglesia universal.
Otra muestra de su gran amor y amistad espiritual con el Santo Custodio de la Familia de Nazareth fue su cariño por la imagen de San José dormido, que él ayudó a hacer más popular.
“Yo quiero mucho a San José, porque es un hombre fuerte y de silencio y en mi escritorio tengo una imagen de San José durmiendo y durmiendo cuida a la Iglesia. Sí, puede hacerlo, lo sabemos. Y cuando tengo un problema, una dificultad, yo escribo un papelito y lo pongo debajo de San José, para que lo sueñe. Esto significa para que rece por ese problema”, dijo el Papa Francisco en Filipinas, el 16 de enero de 2015.
2. Santa Teresita del Niño Jesús
Como con San José, el Papa Francisco puso por escrito su gran amor y amistad espiritual por ella en una exhortación apostólica titulada Ces’t la confiance [Es la confianza] sobre la confianza en el amor misericordioso de Dios, con motivo del 150 aniversario del nacimiento de la santa.
Santa Teresa del Niño Jesús o Santa Teresita de Lisieux fue una religiosa carmelita descalza francesa. Nació en la ciudad de Alençon, el 2 de enero de 1873. Falleció en 1897, cuando sólo tenía 24 años. Fue declarada santa en 1925 por el Papa Pío XI y proclamada "Doctora de la Iglesia" el 19 de octubre de 1997 por San Juan Pablo II.
En el vuelo que lo llevó de Sri Lanka a Filipinas, el 15 de enero de 2015, el Papa contó: “Cuando no sé cómo están las cosas, tengo la costumbre de pedir a Santa Teresita del Niño Jesús que, si se ocupa ella de un problema, de una cuestión, me envíe una rosa, y lo hace, algunas veces, pero de forma extraña”.
“Y así se lo pedí también para este viaje, que se ocupase ella y me enviase una rosa, pero en lugar de una rosa, ha venido usted a saludarme. Gracias a Carolina, gracias a Teresita y gracias a ustedes”, dijo luego, en referencia a la imagen plateada de la santa en bajo relieve que le regaló la periodista de Paris Match, la francesa Caroline Pigozzi.
3. San Francisco de Asís
El 16 de marzo de 2013, en una audiencia con unos seis mil periodistas en el Vaticano, el Papa explicó que eligió el nombre por San Francisco de Asís, luego que el Cardenal Hummes le pidiera, ya elegido pontífice, que no se olvide de los pobres.
“Y así, el nombre ha entrado en mi corazón: Francisco de Asís. Para mí es el hombre de la pobreza, el hombre de la paz, el hombre que ama y custodia la creación; en este momento, también nosotros mantenemos con la creación una relación no tan buena, ¿no? Es el hombre que nos da este espíritu de paz, el hombre pobre... ¡Ah, cómo quisiera una Iglesia pobre y para los pobres!”, relató entonces el Papa Francisco.
Francisco visitó Asís en diversas ocasiones, siendo la primera en octubre de 2013 y la última en septiembre de 2022, en ocasión del encuentro “La economía de Francisco”.
Su segunda encíclica Laudato sí’, sobre el cuidado de la casa común, toma su nombre, como el mismo documento lo indica de la frase “Alabado seas, mi Señor” de San Francisco de Asís.
“En ese hermoso cántico nos recordaba que nuestra casa común es también como una hermana, con la cual compartimos la existencia, y como una madre bella que nos acoge entre sus brazos”, afirma el Papa Francisco al inicio del texto de octubre de 2015.
Su tercera encíclica Fratelli tutti (“Todos hermanos”), publicada en 2020 sobre la fraternidad y la amistad social, también comienza proponiendo a San Francisco de Asís como modelo para vivir todos como hermanos.
4. San Ignacio de Loyola
En múltiples ocasiones el Papa Francisco expresó su cercanía y devoción por el fundador español de la Compañía de Jesús, orden a la que perteneció y que le permitió convertirse en el primer Papa jesuita de la historia.
De su espiritualidad, el Papa argentino destacó en muchas ocasiones la importancia de los ejercicios espirituales, como en el prólogo que escribió en 2023 para el libro de Austen Ivereigh, titulado “Primero pertenece a Dios: en retiro con el Papa Francisco”.
Allí el Santo Padre afirma que “El amor y el servicio: son los dos ejes de los Ejercicios Espirituales. Jesús sale a nuestro encuentro, rompe nuestras cadenas para que caminemos junto a Él, como sus discípulos y compañeros”.
En 2021, y en ocasión del Año Ignaciano que conmemoraba los 500 años de la conversión de San Ignacio, el Papa publicó un video mensaje en el que resaltaba la importancia del discernimiento, uno de los acentos de su papado.
“El discernimiento no consiste en acertar siempre desde el principio, sino en navegar, en tener una brújula para poder emprender el camino que tiene muchas curvas y vueltas, pero dejarse guiar siempre por el Espíritu Santo, que nos va conduciendo al encuentro con el Señor”, dijo entonces.
5. Don Bosco
Don Bosco o San Juan Bosco, el santo italiano fundador de los salesianos, influyó en el Papa Francisco desde su niñez.
La conexión espiritual del Papa Francisco con Don Bosco comienza con su bautismo, ya que recibió el sacramento en Buenos Aires, en 1936, de manos del sacerdote salesiano Enrico Pozzoli.
David Franco Córdova, Historiador de la Congregación Salesiana del Perú, explica que el P. Pozzoli –a quien en una carta fechada en 1990 el Papa Francisco definió como “el padre espiritual de la familia” Bergoglio– fue quien gestionó el ingreso de Jorge Mario y su hermano segundo, Óscar Adrián, como alumnos internos en el Colegio Salesiano de Ramos Mejía en Buenos Aires.
También fue Pozzoli quien en 1955 conversó con los padres de Jorge Mario y fue convenciéndolos de aceptar la vocación sacerdotal del futuro Papa.
En junio de 2015, al visitar Turín por los 200 años del nacimiento de Don Bosco, el Papa Francisco resaltó que el santo turinés “cumplió su misión sacerdotal hasta su último suspiro, sostenido por una inquebrantable confianza en Dios y en su amor, por el que hizo grandes cosas. Esta relación de confianza con el Señor es también la esencia de la vida consagrada”.
El 26 de enero de 2019, en la vigilia con los jóvenes de la JMI de Panamá, Francisco puso a Don Bosco como ejemplo de saber mirar a los jóvenes con los ojos de Dios.
“Don Bosco no se fue a buscar a los jóvenes a ninguna parte lejana o especial, simplemente aprendió a mirar, a ver todo lo que pasaba a su alrededor en la ciudad con los ojos de Dios y, así, su corazón fue golpeado por cientos de niños, de jóvenes abandonados sin estudio, sin trabajo y sin la mano amiga de una comunidad”, dijo.