La Misa Crismal forma parte de las celebraciones dentro de la Semana Santa. Esta ceremonia, cargada de simbolismo y profundidad espiritual, tiene lugar comúnmente el Jueves Santo y se celebra en todo el mundo católico. A continuación, te compartimos algunos de los elementos más importantes sobre esta ceremonia.

¿Cuándo se realiza?

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Comúnmente se lleva a cabo en la mañana del Jueves Santo, día en que la Iglesia Católica celebra la institución de la Eucaristía, y es la antesala del Triduo Pascual que culminará en la vigilia del Sábado Santo.

Sin embargo, algunas diócesis optan por adelantar la Misa Crismal algunos días con el fin de facilitar la participación del presbiterio, ya que son jornadas de mucha actividad litúrgica.

Renovación de promesas sacerdotales

Uno de los momentos más solemnes de la Misa Crismal es la “renovación de las promesas sacerdotales”, según compartió en su sitio web la Diócesis de Iztapalapa, ubicada en la Ciudad de México. 

Durante esta celebración, que suele ser en la catedral diocesana, los presbíteros renuevan delante del obispo “los compromisos adquiridos el día de su ordenación: vivir en comunión con el obispo, proclamar con fidelidad la Palabra de Dios, celebrar los sacramentos y servir con caridad a la comunidad”.

Según explica, “este gesto refuerza el sentido de unidad del clero diocesano y es, a la vez, una invitación a los fieles a orar por sus sacerdotes y valorar la vocación sacerdotal como un don para toda la Iglesia”.

Santo Crisma y la bendición de los óleos

Otro momento central es la consagración del Santo Crisma y la bendición de los óleos que serán utilizados durante todo el año. Estos son: 

  • Óleo de los enfermos: consiste en un aceite de oliva utilizado para la Unción de los Enfermos. Según la Conferencia de Obispos Católicos de Estados Unidos (USCCB, por sus siglas en inglés), este óleo ofrece “un remedio para las dolencias del cuerpo y del alma, para que puedan soportar y luchar con valentía contra los males y obtener el perdón de los pecados”.

  • Óleo de los catecúmenos: este aceite se utiliza en la preparación de quienes están próximos a recibir el Bautismo. Es el segundo óleo que bendice el obispo, y la USCCB indica que “prolonga el efecto de los exorcismos bautismales: fortalece al candidato con el poder de renunciar al diablo y al pecado antes de ir a la fuente de la vida para renacer”.

  • Santo Crisma: se elabora mezclando aceite con fragancias o sustancias aromáticas, como el bálsamo. El Crisma es la materia sacramental con la cual se unge a los nuevos bautizados; también se utiliza en la confirmación, en la ordenación de obispos y sacerdotes, así como en la dedicación de altares en las nuevas iglesias.