En medio de un clima social cargado de incertidumbre por el aumento del crimen y la violencia, el presidente de la Conferencia Episcopal Peruana (CEP), Mons. Carlos García Camader, dirigió un llamado a la esperanza y a la conversión en esta Semana Santa.
“Invito a todos, sin distinción de ningún tipo, a que nos comprometamos a hacer de este Perú un país con esperanza. Caminemos juntos renovando todos la misión que Dios nos ha dado”, exhortó el prelado el 14 de abril.
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La publicación del mensaje del Obispo de Lurín, titulado Que el dolor no sea más grande que tu esperanza, coincidió con la decisión del gobierno de Dina Boluarte de prorrogar por 30 días el estado de emergencia en Lima y Callao, como parte de su estrategia para enfrentar la ola de criminalidad que azota la nación.
La medida, que entró en vigor el pasado 18 de marzo, surgió tras el asesinato del cantante Paul Flores, integrante de la orquesta de cumbia Armonía 10, quien recibió un disparo cuando unos delincuentes atacaron el autobús del grupo musical.
Según el Sistema Informático Nacional de Defunciones (SINADEF), hasta el 18 de marzo de 2025 se registraron 475 homicidios en el país, una cifra que supera los años anteriores y evidencia que la violencia está fuera de control. De acuerdo a la entidad, cada cuatro horas se registra un homicidio en Perú.
Entre el viernes 11 y el lunes 14 de abril se registraron 21 muertes violentas. La noche del viernes, por ejemplo, un grupo de sicarios en motocicleta acribilló a un empresario que se desplazaba en su camioneta por el distrito de Miraflores, considerado una zona segura.
Un mensaje de esperanza para la Semana Santa 2025
Para Mons. García Camader la Semana Santa es “un regalo que Dios hace al pueblo peruano y al mundo entero para encontrarnos con Jesucristo y para que reflexionemos en los difíciles tiempos que nos toca vivir manteniéndonos firmes en un camino de esperanza”.
El mensaje, difundido por la CEP, insiste en que los desafíos actuales —como la corrupción, la violencia y la pobreza— no deben paralizar al pueblo, sino impulsarlo al cambio.
El prelado propuso una reconfiguración profunda del país desde los valores del Evangelio. “Necesitamos una reingeniería de la política, una reestructuración de los valores en el corazón de las personas, pero sobre todo un anuncio del Evangelio para los que, siendo creyentes, les falta mirar su vida desde Jesucristo”.
El mensaje también subrayó la urgencia de “reflexionar sobre nuestra vida, sobre la vida de la Iglesia”, y de “caminar por las sendas de la reconciliación y el perdón en actitud de escuchar, discernir y caminar juntos sinodalmente”.
En medio de las dificultades, Mons. García Camader insistió en que la esperanza cristiana no es una ilusión ingenua, sino una “certeza anclada en la Resurrección”.
Otro de los aspectos más urgentes abordados fue la situación de la juventud y la violencia. “Hoy vivimos un mundo desordenado donde los jóvenes y los adolescentes son presas de estas realidades violentas y son captados para que ellos ejerzan la violencia. Es necesario salvar a nuestra juventud y a nuestra adolescencia. Es necesario salvar a la familia”, expresó.
Para ello, dijo, no basta con señalar el mal, sino que es necesario proponer caminos concretos. “Que la vida cotidiana nos enfrenta a situaciones difíciles, pero tú, desde la creatividad y el amor a Dios, busca soluciones ahí donde parece que no las hay”, pidió el prelado.
Asimismo, llamó también a una lectura de la realidad desde la fe. “Ahí es donde tenemos que mirarnos todos. Hoy Cristo nos invita a contemplar el dolor de nuestro pueblo y a poder, desde nuestra vida cotidiana, ser una respuesta que no se quede en enfrentarnos sino que aporte, creativamente, soluciones a estas difíciles circunstancias”.
“Les invito a todos, sin distinción de ningún tipo, a que nos comprometamos a hacer de este Perú un país con esperanza. Caminemos juntos renovando todos la misión que Dios nos ha dado”, exhortó el presidente de la CEP.
Finalmente, aludiendo al misterio Pascual, dijo: “Que en esta Semana Santa, al contemplar el Misterio de la Cruz, no estemos alejados del mundo, sino comprometidos y cercanos con él, y sobre todo creativos en la búsqueda de soluciones”.