El prefecto del Dicasterio de la Santa Sede para las Iglesias Orientales, el Cardenal Claudio Gugerotti, pidió a los obispos que eviten promover recaudaciones de fondos paralelas a la Colecta Pontificia que se realiza el Viernes Santo para Tierra Santa.
“Por favor, evitad que nuestras Iglesias promuevan colectas paralelas para este mismo fin, para que no suceda que queden comprometidos el significado y la eficacia de vuestra caridad, que responde a la iniciativa universal del Sucesor de Pedro, el Obispo de Roma”, afirma el purpurado en una carta difundida este lunes.
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“Todo cuanto hayáis recogido podrá ser enviado directamente a este Dicasterio por los Comisariados de Tierra Santa de vuestro país”, añadió en la misiva, que también firma el secretario del Dicasterio de la Santa Sede para las Iglesias Orientales, el arzobispo Michel Jalakh.
El objetivo de la colecta anual es recaudar dinero que ayude al sostenimiento de los santos lugares y de las obras sociales que allí se llevan a cabo. En definitiva, se trata de paliar el sufrimiento y las necesidades de aquellos cristianos que, a pesar de las dificultades, permanecen en Tierra Santa.
“Siento la fuerte responsabilidad de dirigirme a los obispos católicos, en nombre del Santo Padre, para haceros llegar la llamada de la Iglesia, en respuesta al grito de quien se encuentra en grave sufrimiento”, escribe el Cardenal Gugerotti, quien se dice también “confortado” por la reciente tregua entre Israel y Hamás.
“Los ojos no ven nuevas explosiones y no se perpetúa en ellos la angustia de lo irreparable”, aprecia.
En todo caso, asegura que el alto al fuego, que ha permitido la entrada de ayuda humanitaria en Gaza y Cisjordania, es “frágil” y “no bastará para resolver los problemas” y “extinguir el odio”.
Colecta de este año, recurso imprescindible
El Cardenal Gugerotti escribe que este año la colecta se ha convertido en un “recurso imprescindible”, sobre todo después de la pandemia, que provocó la “casi completa interrupción de las peregrinaciones” y al exilio de muchos cristianos.
“Si queremos reforzar la Tierra Santa y asegurar el contacto vivo con los Lugares Santos, es necesario sostener a las comunidades cristianas que, en su variedad, ofrecen al Dios-con-nosotros una perenne alabanza, también en nuestro nombre. Pero, para que esto llegue a realizarse, tenemos la absoluta necesidad del don generoso de vuestras comunidades”, indica.
El prelado reitera que los que viven en Tierra Santa, “comenzando por los niños, tienen derecho a vivir en paz” y a volver a “tener casas y escuelas, a jugar juntos, sin el temor de volver a ver la sonrisa satánica de la muerte”.
“Para nosotros, los cristianos, los Lugares Santos tienen un valor particular: son encarnación de la Encarnación. Ellos han sido custodiados desde los inicios por las comunidades cristianas, en la variedad de sus diversas tradiciones, y desde hace siglos los frailes menores de la Custodia los cuidan con admirable fidelidad”, afirma en este sentido.
Así, explica que, tras más de un año de conflicto, “hemos visto lágrimas, desesperación y destrucción por todas partes”.
El prelado asegura que su esperanza es que “el triunfo de la muerte provocada no llegue a convertirse en una eterna victoria”, sino que vuelva "a nosotros la esperanza de ver al Resucitado, Jesucristo nuestro Señor, que precisamente en esa tierra mostró, vivo, las llagas de su pasión”.
Cita también la carta que el Papa Francisco dirigió a los católicos del Medio Oriente el 7 de octubre de 2024, para alentarlos a no dejarse “tragar por la oscuridad” y ser capaces de testimoniar el amor “mientras se habla de odio, el encuentro mientras se extiende el enfrentamiento, la unidad mientras todo lleva hacia la contraposición”.
Para el Cardenal Gugerotti, ayudarles es un deber de todos los católicos. “Inmediatamente vuelve a la mente nuestro deber —y uso este término con temblor, pero decididamente— de correr, nada más sea posible de modo concreto, para ayudar a la vida a renacer”, señala.
“La Tierra Santa, los Lugares Santos, el Pueblo Santo de Dios son vuestra familia, porque son patrimonio de todos nosotros. Os ruego que sintáis la Colecta como una de vuestras prioridades pastorales: aquí está en juego la supervivencia de esta nuestra preciosa presencia, que se remonta directamente a los tiempos de Jesús”, explicita.
Asimismo, elogia la labor de los frailes menores de la Custodia, que “cuidan con admirable fidelidad” estos lugares santos, y vuelve a remarcar la necesidad de “sostener” económicamente a las comunidades cristianas.
“Quisiera que vosotros, hermanos obispos, recordando las imágenes de destrucción y muerte que han pasado constantemente ante vuestros ojos en estos tiempos de nuevo Calvario, os hicieseis apóstoles persuasivos de este empeño. La Tierra Santa, los Lugares Santos, el Pueblo Santo de Dios son vuestra familia, porque son patrimonio de todos nosotros”, indica finalmente.