Una vez más, un tribunal de Pakistán condena a muerte a 4 jóvenes por presuntamente publicar contenidos blasfemos contra el Islam en redes sociales, según declaró un abogado de la acusación, este 27 de enero.
Sus edades están entre los 20 y 32 años y son procedentes de la provincia de Punjab. La agencia de noticias UCA News recogió las declaraciones de un miembro anónimo del Voice of the Victims of Blasphemy Business Group, un grupo formado por las familias afectadas por los presuntos cargos de blasfemia.
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“Tres de ellos son de Lahore y uno de Bahawalpur. Cayeron en la trampa de entrar en grupos de redes sociales en los que se compartían contenidos controvertidos. También los engañaban para que guardaran el contenido blasfemo en sus teléfonos y lo compartieran con otros”, declaró.
“Sus padres están preocupados y no saben qué hacer. Su abogado tenía esperanzas en la absolución, pero los jueces no estaban dispuestos a escuchar nuestras súplicas. Todo parece planeado de antemano”, agregó.
Un abogado, Nasir William, miembro del grupo de defensa Center for Social Justice (CSJ, por sus siglas en inglés), expresó su preocupación por la creciente persecución contra los cristianos y los supuestos casos de blasfemia en Pakistán, que han aumentado considerablemente en los últimos tiempos.
“Los activistas están celebrando poco a poco conferencias de prensa instando a las autoridades gubernamentales a intervenir y proporcionar a estas víctimas la reparación que se merecen desde hace tiempo. La Comisión Permanente de la Asamblea Nacional debatirá este asunto en una sesión el 27 de enero por la noche. Al menos estas víctimas tienen derecho a recurrir ante un tribunal superior”, señaló William.
Las cifras del CSJ demuestran que el año pasado se abrieron expedientes en contra de 343 personas, entre los que estaban incluidos 19 cristianos, 5 de ellos eran mujeres.
En el país asiático, la blasfemia en contra del Islam y el profeta Mahoma es considerado un delito grave que se paga con cadena perpetua o la muerte. Algunos críticos señalan que, en muchos casos, la legislación pakistaní contra la blasfemia es manipulada para beneficios particulares: monetarios o personales.
Además, han proliferado grupos dedicados a delatar a jóvenes que comparten “material blasfemo” en redes sociales. A finales de 2024, Shagufta Kiran, una cristiana y madre de 4 niños, fue sentenciada a muerte por supuestamente haber difundido mensajes blasfemos a través del servicio de mensajería WhatsApp.
En medio de un contexto tan hostil para los cristianos como el que se vive en Pakistán, destaca la figura de Akash Bashir, un joven salesiano que sacrificó su vida en 2015 para evitar un atentado terrorista en su parroquia y que hoy es considerado —por musulmanes y cristianos— como un símbolo de unidad en el país.