El impulsor del Rosario de Ferraz, José Andrés Calderón, ha remitido una carta al Arzobispo de Madrid, Cardenal José Cobo, en la que expresa su sentimiento de contrariedad por unas declaraciones del purpurado sobre esta iniciativa en una reciente entrevista radiofónica.

El presentador del espacio informativo en Radio Nacional de España, Josep Cuní, afirmó que quienes se suman a esta iniciativa rezan “para invocar a Dios para que eche a Pedro Sanchez”, presidente del Gobierno, y que insultan de gravedad al mandatario a las puertas del templo donde se reúnen, para concluir preguntando: “¿Qué se está confundiendo ahí?”.

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El Cardenal Cobo respondió: “Sí. Creo que el problema es cuando la ideología se pone por encima de la experiencia de fe. Nosotros, los cristianos, hemos aprendido a confluir y a decir que nuestra experiencia de fe está por encima del planteamiento político”.

Pasados unos días de estas declaraciones, José Andrés Calderón ha remitido al Arzobispo de Madrid y vicepresidente de la Conferencia Episcopal Española una carta, a la que ha tenido acceso ACI Prensa, en la que, tras explicar la naturaleza del Rosario de Ferraz, señala cómo ha recibido sus declaraciones: 

“Me duelen profundamente sus palabras en RNE. Ninguna de las personas que me acompañan en esta iniciativa anteponen la ideología a la fe. Todo ello porque, como hijos de la Iglesia, sabemos que las ideologías, en todas sus vertientes, están condenadas”. 

“Todas las ideologías nos separan y alejan de Dios. Funcionan como religiones políticas cuyo fin último es arrancarnos a Dios de nuestros corazones y condenarnos al lago ardiente de azufre. La alternativa real, ante el mundo deshumanizante e impío, es luchar por la restauración del Reinado Social de Cristo, que forma parte del Magisterio de la Iglesia desde Pío XI”, añade Calderón.

En la extensa carta, el impulsor del Rosario de Ferraz, incide en que “afirmar que rezamos por motivos ideológicos es un agravio que nos aflige. En el Rosario del Inmaculado Corazón de María no se congregan fanáticos ultras ni sectarios ideológicos”. 

José Andrés Calderón, organizador del Rosario de Ferraz. Crédito: Cortesía José Andrés Calderón.
José Andrés Calderón, organizador del Rosario de Ferraz. Crédito: Cortesía José Andrés Calderón.

Calderón, quien pide al Cardenal Cobo que pueda recibirle, también le invita a acercarse a rezar el Rosario, como cada tarde desde hace más de 400 días.

En cuanto a diversas acusaciones como las expresadas por el entrevistador, Calderón subraya que “únicamente rezamos por la conversión de nuestra patria y la salvación del mundo”. 

“No aspiramos a derribar gobiernos, sino a algo mucho más ambicioso: la conversión de los españoles. No rezamos desde el odio, sino desde el profundo amor a Cristo, a la Virgen y a España. Únicamente desde la entrega, el sacrificio, la perseverancia y la Fe se conseguirán los grandes cambios a los que todo católico debe aspirar”, sostiene.

Segunda carta a un cardenal de la Iglesia Católica

La misiva dirigida al Cardenal Cobo es la segunda que Calderón, de 26 años, dirige a un purpurado español. En diciembre de 2023, el destinatario del mensaje fue el Arzobispo de Barcelona, Cardenal Juan José Omella. 

En aquella ocasión, Calderón trataba de responder a algunas consideraciones de Mons. Omella, que también asumían que hubiera cierta confusión entre el rezo del Rosario y las ideologías: “Nosotros no mezclamos política y religión. Tenemos muy claro que ‘al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios’”, respondía en esa ocasión el joven. 

En una reciente entrevista concedida a ACI Prensa con motivo del primer aniversario del inicio del Rosario de Ferraz, José Andrés Calderón explicaba cómo esta experiencia ha cambiado radicalmente su vida:

“Cada tarde rezando el Rosario te lleva a intensos momentos de reflexión con Cristo, a través de María. Te das cuenta de cómo cosas que considerabas imprescindibles en tu vida no lo eran tanto y cómo otras se han vuelto insustituibles. Profundizas en que, al final de todo, en polvo somos y en polvo nos convertiremos. O, dicho en términos más esperanzadores y agustinianos, que nuestra última patria radica en el Cielo”.