El deterioro que se experimenta en la sociedad se debe al debilitamiento que las ideologías han causado en la familia, la institución a la que Dios le ha confiado la protección de la vida, ha señalado el Obispo de Cúcuta (Colombia), Mons. José Libardo Garcés.

En el último editorial del periódico diocesano La Verdad, el prelado ha invitado a los fieles a reflexionar sobre la familia y la vida “para tomar conciencia del llamado de Dios a cada hogar para defender, proteger y custodiar la vida humana, como base esencial para construir persona y sociedad desde las virtudes del Evangelio, que a la vez tiene su base en el sacramento del matrimonio”.

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Ello, porque “experimentamos cómo la sociedad se va deteriorando en muchos ambientes y esto tiene su raíz en el deterioro de la vida familiar, que está surgiendo desde distintas ideologías y maneras de concebir el matrimonio y la familia, de espaldas a Dios”.

El Obispo de Cúcuta, diócesis fronteriza con Venezuela, ha recordado que la llamada constante de Dios “es a edificar la vida del hogar sobre la roca firme de Jesucristo, para recibir de Él la fuerza para afrontar los desafíos y tareas en la misión que ha recibido de Dios de custodiar la vida humana” en todas sus etapas.

En ese sentido, Mons. Libardo Garcés indica que la defensa de la vida que proclama la Iglesia Católica “le sale al paso a las ideologías que presentan el aborto, la eutanasia y demás atentados contra la vida y la dignidad de la persona humana como norma de comportamiento”. “Frente a esto tenemos que fortalecer la familia que protege la vida como regalo gratuito de Dios”, afirma.

“La familia cristiana se convierte en roca firme sobre la que se edifica la sociedad”, explica el prelado, “pues en ella se aprende la relación sana de padre, madre, esposos, hijos y hermanos, para salir a la sociedad a construir el ritmo de las relaciones interpersonales sanas”, desde los valores del Evangelio.

Sobre los dolores y angustias que se pueden experimentar dentro del hogar, el obispo explica que “la Cruz hace parte de la vida humana y también de la vida familiar”, por ello invita a aprender de la Virgen María, “a estar junto a la Cruz del Señor, a veces con dolor, pero de pie y con la esperanza en Jesús que no defrauda”.

En ese sentido, recuerda que en su exhortación apostólica Amoris laetitia, el Papa Francisco enseña que en las familias donde hay unión con Jesús se puede evitar una ruptura.

“Las familias alcanzan poco a poco, con la gracia del Espíritu Santo, su santidad a través de la vida matrimonial, participando también en el misterio de la Cruz de Cristo, que transforma las dificultades y sufrimientos en una ofrenda de amor”, asegura el documento del Pontífice.

Mons. Libardo Garcés afirma que “esta enseñanza del Papa Francisco es muy consoladora, porque muchos matrimonios y familias rompen sus relaciones en la primera dificultad o crisis que experimentan, olvidando que con la gracia de Dios recibida en el sacramento del matrimonio y renovada día a día en la Eucaristía, se puede perseverar en la misión recibida hasta el final”.

Por ello, el obispo destaca a aquellos matrimonios cristianos que han perseverado en su amor fiel, “con la certeza de que el Señor está siempre presente todos los días hasta el final de sus vidas”.

En ese sentido, el prelado llamó a las familias “a encontrar unos minutos cada día para estar unidos ante el Señor”, y a poner “la vida personal y familiar bajo la protección y amparo de la Santísima Virgen María y del Glorioso Patriarca San José, para que juntos en el hogar hagan profesión de fe proclamando ‘Tú eres el Cristo’”.