En el marco de la Solemnidad de Pentecostés, a celebrarse el próximo 19 de mayo, el presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV) y Arzobispo de Cumaná, Mons. Jesús González de Zárate, recordó que, aprovechando esta celebración, los venezolanos deben fortalecer la esperanza que se manifiesta en “el deseo y el compromiso de cambio”.

Según explicó Mons. González al departamento de prensa de la CEV, el Señor Jesús dejó la asistencia del Espíritu “que habla al corazón para recordarnos sus enseñanzas y para que permanezcamos en la verdad”. 

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Además, destacó que también “nos consuela y fortalece, y nos hace salir airosos en los momentos de prueba y tribulación”. Venezuela, según el arzobispo, en esta fiesta de Pentecostés debe renovarse desde la raíz.

Asimismo, precisó que esta solemnidad tiene una especial relevancia para el país, ya que se celebra conjuntamente con el Día del Seminario. Esto, añadió Mons. González, tiene que fortalecer la confianza de todos los creyentes, de que el Espíritu Santo sigue obrando en medio de la Iglesia, “a través de aquellos a los que llama al ministerio sacerdotal y a la vida religiosa”.

“El Señor está siempre con nosotros. Él es nuestra fortaleza y consuelo en medio de las dificultades que hoy vivimos”, reiteró el Arzobispo de Cumaná. De igual manera, explicó que los fieles venezolanos están llamados a “impregnar de Evangelio la vida social”, a través de los dones del Espíritu Santo. Y añadió que, con su compañía, los habitantes del país no están solos “en sus proyectos, luchas y problemas”.

Esto, agregó, transformará la actual “realidad de exclusión, división, violencia y conflictividad permanente” —que sólo empobrece— en una realidad de unidad “que hace posible el amor”.

Construir la unidad en medio del contexto venezolano

El presidente del Episcopado venezolano resaltó que el mensaje de Pentecostés “está muy vinculado con el de la esperanza”. En ese sentido, destacó que —muy a pesar de las dificultades y el desánimo que puede presentar la realidad de Venezuela— en la mayoría de las personas “existe la esperanza que el futuro de nuestro país será mejor”.

“Además de la fe de nuestro pueblo que lo sostiene en su cotidiano vivir, esta esperanza la podemos encontrar en el deseo y el compromiso de cambio que se va extendiendo en la mayoría de la población”, afirmó Mons. González.

“Un cambio que debe construirse, como lo reflejan los recientes sondeos de opinión, en un clima de inclusión, tolerancia, igualdad de oportunidades y respeto de todos, superando la tentación de imposición o control de unos pocos sobre las grandes mayorías”, añadió.

Especialmente, continúa el arzobispo, la sociedad del país debe brindar “signos de esperanza” a los jóvenes, “quienes, lamentablemente, con frecuencia ven que sus sueños se derrumban”. Esto solo puede suceder, afirmó, mediante instituciones y políticas públicas justas.

“Las próximas elecciones presidenciales son una magnífica oportunidad para crecer en el compromiso y participación de la ciudadanía en la construcción de un país mejor”, manifestó Mons. González, a la vez que pidió a las autoridades que se garanticen los “principios y mecanismos democráticos” garantizados por la Constitución.

Por último, remarcó que este recorrido no será sencillo y que “la injusticia, la mentira, la violencia, la conculcación de los derechos” han dejado heridas profundas en la sociedad del país, pero confía en que “la reconciliación, el perdón nos ayude a construir un mejor futuro”.

“En la medida en que los venezolanos transitemos este camino, nuestro país tendrá esperanza”, concluyó el presidente de la CEV.

La grave situación en Venezuela y las elecciones presidenciales

El próximo 28 de julio se celebrarán elecciones presidenciales en Venezuela, enmarcadas en una grave situación económica y social, que afecta al país desde hace varios años, producto de la gestión del régimen chavista, que llegó al poder en 1998 de la mano de Hugo Chávez.

A lo largo de los últimos meses, diversas medidas y sentencias judiciales de parte del gobierno de Nicolás Maduro, pretendieron imposibilitar la participación de María Corina Machado como candidata opositora en los comicios de julio. Ante esta situación, Machado —y toda la plataforma de partidos opositores— eligieron un candidato unitario para hacer frente al chavismo: Edmundo González Urrutia.

En marzo, el Cardenal Baltazar Porras, Arzobispo de Caracas, advirtió que esta manera de proceder del gobierno de Maduro no contribuye con la paz del país, y pidió “normas claras y [que] se apliquen a todos por igual” en materia electoral, a la vez que llamó a la tolerancia y al diálogo.