“Lo han vuelto a hacer. Es una especie de mantra obsesivo cada vez que necesitan una cortina de humo que distraiga de los verdaderos problemas que tenemos y a los que tan torpe e insidiosamente aplican su torticera gobernanza”.
Así inicia el Arzobispo de Oviedo (España), Mons. Jesús Sanz Montes, una carta difundida el pasado domingo titulada La matraca acusadora, en la que responde al anuncio del Gobierno de la elaboración de un plan exclusivo sobre los abusos sexuales y de poder cometidos en el seno de la Iglesia Católica.
A juicio del prelado, desde el Ejecutivo “han tratado de focalizar sesgada y manipuladoramente el problema de la pederastia como algo imputable sólo a la Iglesia Católica, lo cual supone un exclusivo e indebido señalamiento, y deja al pairo a la mayoría de quienes han sufrido esta terrible lacra”.