Un grupo de familias se congregó el martes con Mons. Erik Pohlmeier, Obispo de San Agustín en el estado de Florida (Estados Unidos), para la inauguración y bendición del “Mausoleo de los Bebés Preciosos” que ha sido dedicado a aquellos padres que han perdido a sus hijos.
Después de seis años de trabajo el mausoleo de granito, de unas 19 toneladas, fue finalmente dedicado en el cementerio San Lorenzo de la ciudad de San Agustín. Como parte de la ceremonia cinco sacerdotes concelebraron una Misa, incluyendo a Mons. Pohlmeier. Al acto asistió la guardia de honor de los Caballeros de Colón.
El espacio ha sido diseñado para honrar a los bebés que fallecieron a una edad temprana debido a un aborto espontáneo, el síndrome de muerte súbita del lactante o muerte fetal.