En el marco del primer aniversario de su Viaje Apostólico a Budapest, el Papa Francisco ha recibido este 25 de mayo a un multitudinario grupo de peregrinos del país húngaro y también a su presidente, Tamas Sulyok, en una audiencia privada.
Desde el 28 hasta el 30 de abril del año pasado, el Santo Padre visitó la capital de Hungría, un país por el que, según expresó él mismo, siente un especial cariño.
De aquella visita todavía resuena el eco de los gritos de los jóvenes desde el Sportárena: “¡Jesús perdona siempre!”, y aún se mantiene vivo el recuerdo de la severa condena que el Santo Padre hizo al aborto, a la ideología de género y su advertencia sobre la amenaza que el secularismo supone para la familia.