Fallece el Cardenal Rubiano, quien sirvió como Arzobispo de Bogotá y presidente del Episcopado de Colombia

Cardenal Pedro Rubiano Sáenz Cardenal Pedro Rubiano Sáenz. | Crédito: Arzobispado de Bogotá

Este lunes 15 de marzo falleció el Cardenal Pedro Rubiano Sáenz, Arzobispo Emérito de Bogotá, quien ocupó en tres ocasiones la presidencia de la Conferencia Episcopal de Colombia (CEC). También fue un duro crítico de la guerrilla y formó parte de varias comisiones de paz.

El purpurado de 91 años falleció en su residencia en Bogotá en horas de la mañana. Las circunstancias de su muerte no han sido reveladas.

La noticia fue confirmada mediante un comunicado emitido por la Presidencia de la CEC, donde se destacan sus casi 68 años de vida sacerdotal, así como su dedicación al servicio de Dios y la Iglesia Católica.

“Elevamos nuestra oración por su eterno descanso e invitamos a todo el Pueblo de Dios a unirse en ferviente oración por su Pascua y en gratitud por su ministerio vivido en favor de nuestra Iglesia. Unidos en Jesucristo, el Señor de la Vida”, añade el mensaje de la CEC.

El Arzobispado de Bogotá ha informado que sus restos mortales serán enterrados en la Catedral Basílica Metropolitana, en la capilla de Nuestra Señora de los Dolores, donde se espera que fieles y autoridades eclesiásticas puedan despedirse de él y rendirle homenaje.

La información sobre el velatorio y el rito de exequias se darán a conocer este lunes en horas de la tarde.

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Biografía del Cardenal Pedro Rubiano Sáenz

El Cardenal Rubiano nació el 13 de noviembre de 1932 en el seno de Cartago, Valle del Cauca, siendo el cuarto de seis hermanos.

Su camino hacia el sacerdocio se tejió entre los muros del seminario en Popayán y los claustros de la Universidad de Laval en Quebec (Canadá), donde se sumergió en los estudios teológicos. Fue ordenado sacerdote para la Arquidiócesis de Cali el 8 de julio de 1956.

La vida pastoral del Cardenal Rubiano se desplegó con una diversidad de roles, desde la capellanía en la Escuela Militar de Aviación Marco Fidel Suárez hasta su servicio en la clínica Nuestra Señora de los Remedios. Su labor se extendió por los terrenos de la enseñanza y la orientación espiritual.

Fue nombrado en 1971 Obispo de Cúcuta, donde consolidó su reputación como líder de la Iglesia en su país. Este camino culminó en su designación como Arzobispo de Bogotá y Primado de Colombia en 1994.

En el corazón de su labor arquidiocesana en Bogotá, el entonces Mons. Rubiano se distinguió como el artífice del Banco Arquidiocesano de Alimentos, una iniciativa benéfica que ha tocado las vidas de millones. Su visión también se plasmó en la creación de nuevas diócesis y la institución del “diaconado permanente”.

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En 2001 el Papa San Juan Pablo II lo creó cardenal. Su participación en el cónclave de 2005, que condujo a la elección del Papa Benedicto XVI, también marcó un hito en su servicio a la Iglesia.

“La Arquidiócesis de Bogotá, en cabeza del Señor Arzobispo Cardenal Luis José Rueda Aparicio, de los obispos auxiliares, del clero, la vida consagrada y de toda la comunidad arquidiocesana agradece a Dios por la vida y ministerio de este buen pastor y encomienda su alma al Dios de la vida. Jesús rescucitado, vencedor de la muerte, le conceda la paz y la vida eterna”, señala un comunicado difundido el 15 de abril por el arzobispado.


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