Olivia Maurel, atea declarada, “influencer” y activista en contra de la maternidad subrogada, se reunió con el Papa Francisco en el Vaticano el jueves 4 de abril, en una audiencia privada que no figuró en la agenda oficial del Pontífice.
Maurel, quien también se define a sí misma como “feminista”, nació por gestación subrogada. Al enterarse de ello, ya de adulta, sufrió de una fuerte depresión que le llevó incluso a querer quitarse la vida.
Esta experiencia le sirvió para alzar la voz en contra de los vientres de alquiler y para concienciar a la sociedad de las graves consecuencias que deja en las personas, especialmente en las madres y los hijos.