En un momento en el que crece la preocupación por el auge del islam, que amenaza con convertirse en la religión mayoritaria en países históricamente católicos como Francia, no se puede ignorar un fenómeno de importancia fundamental: el crecimiento exponencial de las conversiones de musulmanes al cristianismo.
Marie-Anne y Nicolás son dos de esos conversos del Islam que fueron bautizados este año en Pascua. Al igual que muchos otros catecúmenos que han apostatado de su fe musulmana, su viaje es tan desafiante como edificante para los demás.
Fue mientras acompañaba a su esposo moribundo desde Argelia a un hospital en Bélgica en 2015 que Marie-Anne (su nombre de bautismo; su nombre civil permanecerá en el anonimato por razones de seguridad) se sintió abrumada por la humanidad y la compasión que le mostró una enfermera católica, hasta el punto de querer "saber más" sobre la figura de Jesús, como explicó en una entrevista con el National Catholic Register.