No hay una cifra exacta de cuántas personas mueren al intentar cruzar el tapón del Darién, pero aquellos cuyos cuerpos son rescatados pueden recibir una digna sepultura gracias a la labor de los sacerdotes del Vicariato Apostólico del Darién (Panamá) y de las religiosas de la Comunidad de las Hijas de María Auxiliadora.
La inhóspita selva del Darién, compartida por Panamá y Colombia, se ha convertido desde hace años en paso obligado para cientos de miles de migrantes que desean llegar a Estados Unidos. Según cifras de la Defensoría del Pueblo de Colombia, en el 2023 fue cruzada por más de 520.000 personas, de ellos 406.905 fueron adultos y 113.180 menores de edad.
Sin embargo, no todos tienen esta fortuna y fallecen durante el camino, sea por ahogamiento, infecciones o porque decidieron quitarse la vida al perder las esperanzas. Hay otras personas cuyas causas de muerte se desconocen porque sus cuerpos son hallados con un alto grado de descomposición.