Casi cinco meses desde el inicio de la guerra entre Israel y el grupo terrorista Hamás en Tierra Santa, los cristianos de la región se enfrentan a una crisis económica generalizada y a una tasa de desempleo récord del 72% de la población, así como a problemas de discriminación.
Según la fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN, por sus siglas en inglés), las consecuencias de la guerra han dejado a numerosas familias luchando por sobrevivir “debido a la paralización del sector turístico, los despidos masivos y las severas restricciones a la libertad de movimiento”.
Luego de los ataques de Hamás que iniciaron los enfrentamientos, el 7 de octubre de 2023, el gobierno de Israel incentivó la llegada de más de 80.000 indios para reemplazar a los palestinos que trabajaban en territorio judío. Esto, comenta ACN, fue confirmado por diversas fuentes locales.