El Obispo de Orihuela-Alicante, Mons. José Ignacio Munilla, participó el pasado fin de semana en la Misa tradicional -sin presidirla- que ha autorizado a celebrar una vez al mes en la Basílica de Santa María y ofreció las claves de su valor como “faro” para iluminar el rito ordinario.
Durante la homilía, el Prelado expuso su interpretación sobre los dos beneficios que Benedicto XVI habría querido asegurar a la Iglesia al promulgar el motu proprio Summorum pontificum sobre las condiciones para la celebración de la Eucaristía según el rito previo al Concilio Vaticano II.
A su entender, el Papa alemán pretendía poner énfasis en la “continuidad, en contraposición con una clave de discontinuidad con la que se había recibido el Concilio Vaticano II” en muchos ambientes dentro y fuera de la Iglesia Católica.