En una audiencia concedida a la asociación Nolite Timere, comprometida en la acogida de huérfanos de la guerra en Ruanda, el Papa Francisco ha reiterado su rechazo a los conflictos armados, pues estos le quitan “la sonrisa y el futuro a los niños”.
Nolite Timere fue fundada hace 25 años para atender a los niños que quedaron huérfanos a causa del genocidio que tuvo lugar en Ruanda en 1994, en el que se calcula que murieron entre 800 mil y un millón de personas.
En ese sentido, el Santo Padre les agradeció por los años servidos en beneficio de los niños de la Cité des Jeunes Nazareth, en Mbare, por iniciativa del entonces Nuncio Apostólico en Ruanda, Mons. Salvatore Pennacchio, y la colaboración del sacerdote Tommaso Cuciniello. San Juan Pablo II patrocinó “esta iniciativa a favor de los numerosos huérfanos provocados por aquel terrible genocidio”, ha recordado Francisco.