En un nuevo ataque contra la Iglesia Católica y otras confesiones cristianas en Nicaragua, la dictadura de Daniel Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, canceló la personalidad jurídica de varias congregaciones de religiosos y grupos evangélicos.
El 16 de enero, el Ministerio del Interior publicó en el diario oficial La Gaceta el acuerdo que ordena esta medida, firmada por la ministra María Amelia Coronel Kinloch, y que afecta a 16 ONG, de las cuales 10 son instituciones católicas y evangélicas.
De este grupo, 9 organizaciones fueron disueltas por orden del gobierno y sus bienes serán expropiados, mientras que las otras 7, según el texto, solicitaron la cancelación de forma voluntaria.