En diciembre de 2004 el Papa San Juan Pablo II explicó el significado del árbol de Navidad, uno de los elementos tradicionales de las fiestas de fin de año en hogares y establecimientos en todo el mundo.
El 19 de diciembre de aquel año, la última Navidad que vivió el Papa polaco, éste rezó la oración mariana del Ángelus, en la que ofreció una reflexión sobre el árbol navideño.
Se trata, explica, de una costumbre antigua, “que exalta el valor de la vida, porque en la estación invernal el abeto siempre verde se convierte en signo de la vida que no muere”.